The Great Escape ❥ Minayeon/Sahyo

❥ Cap 03 ┊ Devuelta

Jihyo se zafó del agarre que tenía Nayeon en su brazo impidiéndole ir. Los gritos de la mujer eran desgarradores a medida que pedía ayuda. Cuando abrió la puerta que daba al pasillo la vió con dos revividos encima.

Sin saber de donde sacó el valor y fuerza fue a ayudar a la desconocida. Nayeon le siguió, ya que no podía dejar sola a su amiga.

A medida que se acercaba veía lo que tenia a su alrededor, lo más cercano fue un extintor en la esquina, tomándolo en mano se apresuró y al llegar golpeó al revivido en la cabeza, haciéndolo caer, pero el otro pasó su atención a ella, e inmediatamente se le abalanzó.

Nuevamente Nayeon le salvó, cuando con un palo de escoba le atravesó uno de sus ojos, quedando inmóvil en el piso.

El revivido que Jihyo golpeó comenzó a levantarse, esta viendo aquello, lo comenzó a golpear repetidas veces en la cabeza con el extintor, la sangre comenzó a salpicar y expandirse por el pasillo.

Nayeon la tuvo que detener, apartándola del cadaver.

Jihyo estaba manchada de sangre, desde su rostro hasta sus pies.

—Jihyo ¿Estás bien? —preguntó Nayeon, viendo a su amiga en estado de incredulidad. —Tranquila, ya pasó.

La mujer comenzó a toser llamando la atención de ambas.

—Señora, ¿se encuentra bien? —Jihyo le preguntó acercándose e impactándose aún más cuando vió que la mujer tenía tras su espalda un coche de bebé.

—Llévense a mi bebé, por favor —pidió con desesperación. —Llévensela.

La mujer sacó a su bebé del coche y la puso en los brazos de Jihyo.

—Nosotras no, no podemos —dijo Jihyo.

—Me mordieron —la mujer enseñó su brazo donde varias mordeduras estaban. —Vi lo que sucede cuando te muerden, no quiero hacerle daño a mi bebé y tampoco quiero que este sola.

Miró a Nayeon y le pasó la bolsa donde estaban los artículos y comida de su bebé.

—Por favor.. —tosió nuevamente y sangre comenzó a brotar de su boca.

Jihyo y Nayeon se alarmaron.

—Va-Váyanse —la mujer cayó rodillas al piso y comenzó a convulsionar.

Nayeon jaló de Jihyo para que se alejara.

—Vámonos —le dijo.

—Pero, y la bebé —Jihyo miró a la pequeña niña en sus brazos.

—No podemos dejarla, luego lo solucionamos —respondió.

Ambas volvieron a las escaleras, y antes de cerrar la puerta del pasillo Jihyo miró atrás, viendo a la mujer ahora convertida en un revivido.

Subieron lo más rápido hasta el quinto piso, y al llegar pudieron suspirar de alivio cuando al abrir la puerta no había nadie. Aún así se apresuraron en llegar a la puerta correspondiente.

Jihyo tocó repetidas veces con su mano libre, mientras Nayeon trataba de ingresar la contraseña.

La puerta se abrió revelando a una Sana desesperada y a Mina con su corazón punto de salirse.

Entraron y cerraron la puerta inmediatamente.

Mina se abalanzó a los brazos de Nayeon. Luego comenzó a inspeccionarla buscando que todo en su pareja estuviese bien, sin heridas.

Sana miró la condiciones de su novia.

Jihyo no se resistió y abrazó a Sana, el bebé quedó entre ambas.