Jihyo lo golpeó una y otra vez, destrozándole la cabeza al revivido. Su cuerpo estaba cubierto de sangre, su paladar sabía a hierro, miró sus manos temblar y sintió sus rodillas flaquear. Cayó al piso, a un lado del cadaver, viendo como este imitaba sus movimientos de querer levantarse, de repente, se vió a ella misma, con el rostro destrozado, acercándose.
—¡Jihyo! ¡Jihyo, amor, despierta! —escuchó a lo lejos. Su cuerpo comenzó a sacudirse, se sentía pesada, el revivido estaba encima de ella, devorándola, y por mucho que luchaba no podía apartarlo.
—¡JIHYO!
Se despertó con la respiración agitada, llevando sus manos a su cuello, verificando que no era real.
—Tranquila, has tenido una pesadilla —le dijo Sana.
Era de madrugada, y no había más que hacer que esperar el día siguiente. Mina y Nayeon estaban dormidas en la habitación de al lado, junto con la bebé, que hasta ese momento no le había dado problemas.
Jihyo miró a su novia, la preocupación en su ojos era notoria.
—Lo siento. —susurró.
Sana se acercó. —Está bien, solo fue una pesadilla, no fue real. —le abrazó.
Jihyo correspondió, hundiendo su rostro en el cuello de su novia. Inhalar el aroma natural de la rubia, le calmaba un poco.
La japonesa se quedó despierta hasta que Jihyo volviese a dormir, pero esta no podía.
—¿No puedes dormir? —preguntó Sana.
Jihyo negó. —Tengo miedo de cerrar los ojos y volver a verme.
La nipona no entendió lo último. —Me dices que soñaste.
La pelinegra no respondió, la imagen se repetía una y otra vez en su cabeza.
Sana no era insistente, a lo largos de los años, comprendió que forzar a su pareja no era una buena manera de llevar una relación, por ello, en cada pregunta que no recibía respuesta la dejaba un tiempo, hasta que la propia Jihyo llegaba ese mismo día y le respondía.
—El revivido que asesiné era yo, soy yo —dijo Jihyo, aferrada a su novia.
Sana tenía la paciencia y trataba de tener la comprensión correcta cuando de Jihyo se trataba.
—Hablemos, no quiero verte así —dijo, levantándose un poco. —Tú no asesinaste a nadie, esas personas ya no tenían vida, —Sana no tenía idea de como hacerle creer a Jihyo que no estaba en lo correcto. —Se que allá fuera es un verdadero infierno y no sabemos cuánto tiempo estaremos así, encerradas aquí, tratando de sobrevivir, pero créeme que si pudiera ponerme en tu lugar, lo haría...
—Sana... —Susurró la coreana, alzó su mirada cuando la voz de su novia se estaba quebrando.
—Lo siento, se supone que debo estar para ti, porque me necesitas pero no puedo ocultar mis sentimientos—dijo, limpiándose rápidamente una fugaz lágrima.
Jihyo se separó y acomodó, quedando frente a la rubia. Hasta el momento no se había dado cuenta lo sensible y preocupada que estaba su novia, desde que regresó se había encerrado en los pensamientos que la atormentaban, descuidando a Sana.
—Si no hubieses hecho eso, no estarías aquí —Sana apretó sus labios y sus ojos brillaron a causa de las lágrimas acumuladas. —¿Qué se supone que haría si no regresabas? No sabría que hacer. No creo que estuviese con vida, porque la verdad te hubiese ido a buscar.
Sana sollozó.
Jihyo se sintió realmente mal al ver a su novia llorar.
—Lo siento. —dijo Jihyo, pasando su pulgar por las mejillas de Sana y limpiándole las lágrimas.
Ambas estaban hechas un lío, pensamientos diferentes rondaban en sus cabezas.
Sería una madrugada larga.
Mina encendió la lámpara que tenía en la mesita al lado de su cama. A su derecha pudo ver a la bebé Dahyun dormir tranquilamente pero más allá no había nadie, Nayeon no estaba. Le colocó almohadas alrededor a Dahyun para evitar que se cayera. Luego salió de la habitación en busca de su novia.Caminó en silencio por el pasillo, pasando la habitación que utilizaba sus amigas y luego el baño, en segundos llegó a la sala y pudo ver como la luz de la cocina estaba encendida.
Mina suspiró al ver a la castaña sentada en una silla frente a la puerta principal, en su mano tenía una lata de cerveza y varías de latas vacías esparcidas bajo ella.
—Nayeonnie~ —llamó Mina, acercándose.
Nayeon dió vuelta y le sonrió. —¿Qué haces despierta?
Mina llegó a su lado y le miró, era obvio que Nayeon estaba ebria. Sus mejillas estaban rojas y no paraba de sonreír. Tenía preocupaciones, porque Nayeon sólo bebía cuando no le veía soluciones a sus problemas.
—Vine a buscarte. —respondió tiernamente. —¿Qué haces aquí sola bebiendo a estas horas?
Nayeon parpadeó varias veces antes de responder.
—Estoy vigilando. —señaló la puerta. —Nadie entra, nadie sale.
La puerta principal estaba cerrada con seguro y solo se podía ingresar desde afuera con el código, a pesar de eso, debido a los saqueos e inseguridad, entre ellas movieron un pesado mueble y lo colocaron en la puerta, obstruyendo el paso.
—¡La bebé, la dejaste sola! —Nayeon se levantó tirando la lata que tenía en manos al piso.
—Estará bien, es seguro aquí —le dijo, pero Nayeon comenzó a caminar hacia la habitación.
—Debemos cuidarla, su mamá no los pidió —mencionó parando en secó.
Mina que estaba a su lado le miró.
—Debemos buscar a su familia. —añadió la castaña.
—Lo haremos, seguro tendrá algún tío o tía, pero no será ahora —dijo Mina, Nayeon asintió. —Vamos, Dahyun nos espera.
Nayeon se dejó guiar a la habitación. Al llegar se acostó al lado de la bebé, mirando como su manita cerrada en puño estaba en su pequeña boquita.
—Yo te voy a proteger, pequeña —le dijo a Dahyun. —Im Nayeon no dejará que nada malo te pase.
Mina se recostó al otro lado de la cama, viendo la escena.
—Minari~ —llamó —¿Cuándo Dahyun este grande se acordará de mí? —preguntó, sus ojos achicados pedían descanso.
—Claro que lo hará, eres su protectora —le respondió.
Nayeon sonrió y recostó su cabeza en la almohada, mirando a Dahyun y a Mina.
—Minari~ —volvió a llamar, esta vez su tono de voz disminuyó —¿Dahyun se quedará con nosotras bastante tiempo?
—Se quedará lo suficiente para que pueda estar a salvo —Nayeon asintió con una pequeña sonrisa y cerró sus ojos confiando en las palabras de su novia, quien siempre tenía las respuestas correctas a sus preguntas.
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The Great Escape ❥ Minayeon/Sahyo
FanfictionNadie está preparado para el inicio del apocalipsis zombie. Sana y Jihyo están dispuestas a permanecer juntas, sin embargo, a veces las decisiones que pensaron para bien resultan ser lo contrario. Mientras, Mina y Nayeon deciden ir por su propio ca...