Nayeon vió el reloj que marcaba las dos y quince de la madrugada, se suponía que en unas horas saldría ella a buscar a su amiga, pero resultó que Sana se adelantó, sin avisarles.
—¡Iré por ella! —Nayeon se comienza a colocar su zapatillas.
—Es demasiado peligroso, para ti y Sana —Mina está muy preocupada y nerviosa.
—Puedo con ello, es mi culpa que se haya ido —dice y se acerca a su novia. —Quédate aquí, cuida de Dahyun, prometo volver...
Ambas se miran con preocupación, es inevitable para ambas no abrazarle y mostrase cariño, por ello, Nayeon besa a Mina, quien corresponde.
Pero por mucho que quisieran transmitir sus sentimientos ante aquella situación no pudieron hacerlo como les gustaría. El grito de la señora Minrae llega hasta la habitación, alertando a ambas y haciendo que la bebé despierte.
Nayeon le ordena a Mina que se quede en la habitación mientras ella va a ver que sucede.
La casa se vuelve extremadamente silenciosa para temor de Nayeon, quien avanza lentamente. Siente su cuerpo paralizarse y su sangre helarse cuando ve al hijo de la señora desplomado en la entrada de la casa, cubierto de sangre. Luego ve a la señora agacharse y colocar un toalla en el abdomen de su hijo tratando de detener el sangrado.
—A-Ayuda, por favor —dice la mujer con severo nervios. —Mi hijo...
Nayeon se agacha y presiona la toalla, manchándose las manos y viendo como la sangre ahora brota de la boca del chico.
—¿Q-Quién te hizo esto? —pregunta.
El chico abre y cierra su boca tratando de hablar, pero solo murmullos salen.
Después de varios intentos, en su último aliento, murmura el nombre de su amiga rubia.
Nayeon queda sin palabras, Sana no es capaz de cometer un acto tan maleficio.
En segundos el cuerpo del chico comienza a convulsionar.
—Señora aléjese —dice Nayeon, quien se levantó y dió unos pasos atrás.
La mujer se quedó con su hijo.
—¡Está reviviendo! —le dice nuevamente.
Los ojos del chico se abren, sus esclerótica ahora color sangre asustan a la mujer. La fuerza del ahora revivido es el doble. Sus manos agarran a la mujer del hombro y cuello para acercarle y morderla. Pero no logra hacerlo ya que Nayeon le golpea la cabeza con un adorno de la repisa, causando que la señora caiga de espalda y el revivido se aleje.
—¡Aléjese, él ya no es su hijo! —dice, pero las palabras de Nayeon no llegan a la señora que está en estado de shock.
Rodea al revivido y toma a la señora del brazo, ayudándole a levantar. A la vez el revivido se levanta y va a en su dirección.
Nayeon le ordena a la mujer refugiarse en la habitación, pero esta se niega, lo que lleva a que el revivido le ataque y muerda el brazo. El grito desgarrador de la mujer resuena en toda la casa.
Queriendo detener todo, Nayeon toma el atizador de chimenea y con ello golpea al revivido en la cabeza hasta hacerlo caer. La sangre salpica su cuerpo, manchando su ropa. Cuando no ve movimiento por parte del revivido es cuando se detiene.
—¿Q-Qué has hecho? —la mujer se acerca, cubriendo su brazo herido.
Nayeon le mira, los ojos de la mujer están opacos y su rostro pálido.
—Tenía que hacerlo —dice para ser empujada por la mayor, quien comenzó a llorarle a su hijo. —Usted está infectada.
—Lárguense de mi casa... —escucha a la mujer pronunciar. —Tu amiga y tú son unas asesinas, mataron a mi hijo.
Asesina. No, Nayeon jamás lo fue. Nunca quiso recurrir a esos actos. Siempre fue una mujer de bien, tratando de vivir la vida legalmente, pero de la noche a la mañana la situación cambió y los métodos para sobrevivir no siempre son los mejores.
El sentimiento de hacer las cosas mal y de tener siempre fallidas decisiones se instaló como un chip difícil de sacar en su cabeza.
—Lo siento, lo siento... —su mano soltó el atizador para tomar su cabello. —Yo no quise... Por favor, discúlpeme.
—¡Largo se mi casa! —grita, y Nayeon da unos pasos atrás.
Observa como la señora comienza a toser sangre, y en segundos su cuerpo cae al piso.
Nayeon sabe perfectamente que esta por convertirse en un revivido.
Toma el atizador y pidiendo disculpas por la acción, golpea a la mujer antes que se levante. La sangre vuelve a salpicar su cuerpo, el olor se impregna en su nariz, para disgusto de ella es un olor del cual ya no le desagrada del todo.
Se queda unos minutos allí parada, analizando la situación, nuevamente dándose cuenta que lo hizo para prevenir, para salvar su vida y la de Mina, también de la pequeña integrante.
Se limpió las manos con su pantalón antes de volver a la habitación.
Cuando entró, encontró a su novia en una esquina abrazando a Dahyun.
Mina se levantó inmediatamente al ver a Nayeon. Se acercó a la más alta, viendo el estado en que volvía.
—¡Nayeon! ¿Q-Qué pasó? —pregunta.
Nayeon camina hasta sentarse en la orilla de la cama, para luego cubrir con sus manos su rostro, inmediatamente el llanto es escuchado, alertando aún más a Mina.
Mina se sienta a su lado y trata de abrazarla. El llanto de Nayeon se hace cada vez más fuerte, no puede resistir. Esta agotada física y mentalmente.
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The Great Escape ❥ Minayeon/Sahyo
FanfictionNadie está preparado para el inicio del apocalipsis zombie. Sana y Jihyo están dispuestas a permanecer juntas, sin embargo, a veces las decisiones que pensaron para bien resultan ser lo contrario. Mientras, Mina y Nayeon deciden ir por su propio ca...