Epílogo

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Años después...

Estos últimos años aprendí, viví tanto que no puedo creer lo maravillosa que es mi vida ahora, no puedo creer todo lo que aprendí en estos años.

Quiero decirte que en la vida construimos, derribamos, armamos y volvemos a desarmar siempre es un ciclo de nunca acabar. Porqué siempre que hay finales existen comienzos.

Entendí que el destino determina quién entra en tu vida, pero nosotros tenemos que decir sobre quienes se quedan en ella.

Que aunque la verdad duele, está duele solo una vez y la mentira cada vez que nos acordamos.

Aprendi que las energías existen, porque hay personas que te las consumen y otras que te las recargan.

Aprendí que nunca hay que arrepentirse de darlo todo por alguien, porque en esta vida el que vive a medias es un gilipollas con miedo.

Aprendí que hay dos cosas en la vida que se van y no regresan más: las palabras, el tiempo.

Aprendi que sentir dolor es inevitable pero que el sufrimiento es opcional. Que hay que soltar para ver, respirar para vivir, alejarse para entender y amarse para ser amado. Aprendi que nada nos regala tanta claridad como el tiempo y que el final siempre sorprende, aunque todos sabemos que todo está escrito desde el principio.

Aprendí a perdonar a mi madre, entendí que aunque mi madre no me amaba de la forma que yo quería, no significaba que no lo hiciera. Entendí que mi madre era una persona que merecía sanar, Sarah necesitaba sanar para ser mi madre.

Quisiera contarles que ella asistió a rehabilitación, que sacó todo el vicio de su cuerpo, y que en ella no quedaba rastro de su pasado, pero no, ella decidió que ella no quería sanar, ella solo quería vivir en ese dolor.

Por otro lado mi padre consiguió una chica, muy agradable, de hecho ahora somos grandes amigas, se ve que trae colado a mi padre, nunca había visto ese brillo en él, llevan unos tres años juntos y hace unos meses al fin le propuso matrimonio, mi padre estaba tan nervioso.

Recuerdo que la llevo a comer a su lugar favorito, y mi padre sin querer derramó todo un vaso de limonada en su vestido. Cuando mi padre mi contó estuve muy triste por no estar con él.

Oh, casi lo olvido.

Logré entrar en la universidad de mis sueños, graduarme con honores de ella.

Saluden a la editora en jefe de la editorial del pueblo. No es por presumir, pero pronto seremos la editorial más grande del país.

El señor Elijah me ayudo a conseguir las pasantías en ese lugar, y aunque no quería que así fuese igual lo hizo agradecí por ello.

Con respecto al señor Elijah está saliendo con una chica de una iglesia.

Si, exacto.

El señor Nguyen con una persona de la iglesia, eso realmente no pega ni con pegamento permanente, pero realmente se ven muy enamorados.

Elika me confesó que conocía a esa chica, que la recordaba en la capilla del hospital donde su madre había estado interna.

Supongo que ellos nunca perdieron comunicación, o tal vez se volvieron a encontrar y ese fue el ángel de la guarda que le mandó la señora Aurora.

No me sueltes. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora