Amores De Noche, Ajenos De Día

Doce; Con Tal De Estar Juntos!

-Kevin-

Volverla ver después de lo que se sintió como una eternidad realmente me emociona. El estar tan cerca de nuevo a ella me pone nervioso por el simple hecho que no se como va reaccionar. Felipe ya me había dicho que lo más seguro era que no iba venir pero aquí está y lo único que quiero es tenerla entre mis brazos.

Su olor tan dulce a vainilla siempre me a encantado, su piel tan suave como siempre, sus ojos de miel que son mi perdición. Nada a cambiado. Sigue siendo mi Layla. Pero a la vez también sigo notando esa tristeza en sus ojos que yo le cause.

Se aleja un poco de mi, y me ve a los ojos.
-Kevin, solo vine por tu mamá.-
-Yo se. Pero me acabas de decir que también me extrañas Lay. Y yo...yo me estoy volviendo loco sin poder verte.-

Suelta un suspiro y veo que se le cristalizan los ojos, no quiero hacerla llorar. No es mi intención.
-Si te extraño, pero...también ya me estoy haciendo el animo de que lo nuestro no puede ser Kevin- y se le quiebra la voz en lo último.
Niego con la cabeza al escucharla decir eso.
Y me frustra no poder hacerla entender que no sera así siempre, que el contrato tendrá su fin y podremos estar juntos sin problemas.

Intento agarrarle la mano y para mi sorpresa me deja entrelazar mis dedos con los suyos y luego se me acerca y me deja un beso en la mejilla.
-Así estamos mejor Nahin, Porfavor no lo hagas más difícil de lo que ya es- Solo suspiro y asiento por que se que si sigo insistiendo solo la lastimare mas.

Entra a la casa y momentos después entro yo detrás de ella. Veo cómo se emociona mucho mi mamá al verla, y los demás también. Verla convivir con mi familia solo me asegura que ella es la mujer que quiero en mi vida, ella es con la que quiero pasar buenos y malos momentos, ella es la que quiero a mi lado en cada etapa de mi carrera. Ella y nadie más. Y como fuera iba ponerle un fin a el contrato que nos detiene de estar juntos.

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-Layla-

Ya era muy tarde, casi la media noche. Hace una hora que se había ido a dormir doña Norma. Los pocos invitados también ya se habían ido.

-Bueno, creo que ya me voy. Según yo solo iba venir un ratito y ya es muy tarde-
-Por que no te quedas Lay?- me pregunta sol seriamente.
-ehm no no, no te preocupes. Para eso hay Uber-
-ash ya sabes que no te voy a dejar irte tan tarde, si quieres duermes conmigo en el cuarto de pibe y pibe que se vaya a el cuarto de huéspedes-
-si lay, mejor quédate.- me asegura Felipe.

Kevin solo se me queda viendo mientras se muerde el labio inferior y eso solo me pone nerviosa y se que si me quedo no podré aguantar las ganas de pasar la noche en su cama.

Niego con la cabeza al pensar que era muy muy probable que eso pasara si me quedó.
-bueno si no te quieres quedar, nosotros te llevamos- dice Oscar!
Asiento y creo que me libre de pasar la noche en esta casa donde ya han pasado demasiadas cosas.
-Yo la llevo- dice una voz ronca.
Todos volteamos a ver a Kevin y el saca sus llaves de su bolsillo. Y de nuevo me siento nerviosa, las manos me empiezan a sudar y no se que contestar.

Oscar me voltea a ver y trato de decirle que no con la mirada pero creo que no capta.
-Lay es que pibe y yo ya tomamos...Kevin no a tomado toda la noche-
Solo asentí y veo que kevin se adelanta hacia la salida.
-güey, estas segura que estarás bien con él?- me agarra mi mejor amiga de la mano antes de irme atrás de él. Solo asiento y salgo a ver a Kevin recargado en su carro esperándome.

Me abre la puerta del pasajero sin decirme nada y la cierra en cuanto me siento.
Se sienta de su lado y enciende el motor. Trato de no voltearlo a ver y aunque ni uno de los dos estemos hablando. El momento no es incomodo, creo que nada puede ser incómodo entre nosotros dos. Más que nada me pone triste, porque me acuerdo de todos lol momentos felices que e pasado con él en este carro.