TOM KAULITZ-𝐋𝐎𝐒 𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐌𝐄𝐋𝐈𝐒𝐒𝐀

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑𝟗

—Tom,límpiate tienes rastros de sangre en el rostro —dijo Bill mirando a su hermano—Hazlo antes de que Melissa se despierte para preguntar por ti —dijo Bill quitándose para que su gemelo subiera las escaleras—

<Narrador omnisciente>

Tom subió las escaleras agotado pero con la satisfacción de que todo salió como se lo esperaba o mejor dicho <Todo salía de acuerdo a lo que él se proponía> gracias también a su gran grupo que eran de los mejores.

Llegó a su habitación y se miró en el espejo,tenía algunas gotas de sangre,estaba exhausto pero necesitaba ver a la pelinegra antes de salir a fumarse un cigarrillo para volver a pensar que haría con su trabajo y de cómo cuidar a Melissa,sabía los planes de su mejor amiga,sabía que quería irse de Alemania pero él lo impediría.

El de trenzas pudo ver su mirada,era oscura y llena de odio y a la vez unos ojos cansados pero brillaban desde que Melissa había regresado y eso lo aturdía de vez en cuando ya que se denominaba frío y sin debilidades,ahora su mejor amiga de la adolescencia era su debilidad y haría cualquier cosa por ella,era como si la obsesión que había quedado en el pasado hubiese sido desenterrada para volver con fuerza para hacerlo perder la cabeza y desear siempre estar con ella.Como lo había dicho el gusto del alemán eran las chicas rubias de preferencia mayores que él a lo que en su mente daba vueltas día tras día cuando miraba a Melissa preguntándose ¿qué tiene ella que cambió completamente sus gustos? ¿que tiene de especial a parte de esa mirada marrón que siempre le fascinó de adolescente? movió su cabeza como si negara lentamente,fue directo a su closet y tomó una pijama dió unos pasos más para entrar al baño una ducha con agua caliente no le iría más para el cansancio que tenía además necesitaba relajarse.
Esta noche no deseaba meterse al jacuzzi mientras bebía algo de whisky si no optó por la regadera,justo lo que necesitaba era la presión de agua caer directamente en todo su cuerpo —bufó— suspiró y cerró sus ojos mientras apoyaba sus manos en la pared mientras el vidrio que cubría el área de la ducha ya estaba empañado por el vapor que surgía del agua caliente casi hirviendo,su cuerpo poco a poco comenzaba a relajarse y sentir esa leve sensación de alivio continuó su ducha para pasar la esponja con jabón por todo su tonificado cuerpo.

Salió y tomó su bata de baño,se aproximó al tocador y limpió con una sola mano el espejo empañado y se miró fijamente ahora su mirada era relajada pero aún cansada,cepilló su dentadura y antes de salir se puso algo de loción al igual que su pijama,abrió la puerta y caminó hasta su cama para sentarse al borde de esta y decidió salir para visitar a la pelinegra.

Tocó sutilmente pero no hubo respuesta,movió un poco la perilla de la puerta y decidió abrirla lentamente no sin antes asesorar que no lo viera su hermano gemelo,se asomó lentamente hasta entrar completamente a la habitación de Melissa,dió pasos cortos y sutiles hasta que llegó a la cama encendió la lámpara que estaba al lado de ella y observó a la chica completamente dormida hundida en aquel cobertor aborregado,tocó sutilmente su cabello y sonrió ladino,estaba feliz de verla.
Al sentir el toque Melissa se despertó de golpe y se sentó en la cama mirando por un lado a su mejor amigo haciendo que se asustara aún más pero se emocionó al ver que había regresado con bien,ella sonrió adormilada.

<Narra Melissa>

—Si volviste —dije abriendo y cerrando mis ojos ya que aún estaba adormilada—

—Siempre vuelvo —dijo sonriendo—
Espero que no pienses mal por el haberme escabullido en tu dormitorio cuando dormías —dijo asintiendo— solo que antes de ir a dormir quería verte.

—Oh,no te preocupes no hay ningún problema confío ciegamente en ti —tallé mis ojos—

—Bien,quería revisar que estuvieras bien,me tengo que ir a descansar—señaló la puerta con un movimiento con su cabeza—