𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟔𝟕

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Tom y Melissa desempacaron la ropa que se pondrían y entraron al baño,era lindo y elegante,Tom ayudó a su chica a quitarle la ropa mirando cada espacio de su cuerpo,aunque ya se lo sabía de memoria le encantaba mirar desnuda a Melissa.

Con agua a temperatura ambiente entraron ambos a ducharse,Tom como siempre aprovechaba para enjuagar el cabello de la pelinegra y enjabonar su cuerpo era una obsesión para el alemán.

—Te miras tan linda —dijo sonriendo mientras la giraba para quedar frente a frente— eres preciosa,te amo —acercó su rostro al de ella y comenzaron a besarse lentamente,un beso cálido muy romántico.—

Tom sujetó la cintura de Melissa para pegarla a su cuerpo,encajaban tan bien a pesar de l diferencia de estatura,le encantaba,así él podía tener el control del pequeño y delgado cuerpo de la chica que tenía frente a él.Una mano en la cintura de la chica y su otra mano en la nuca de la pelinegra,pegándola más a su cuerpo y más a su rostro,teniendo el control del beso que cada vez aumentaba sus ritmos cardiacos haciéndolos pedir más uno del otro.
En ese lapso de tiempo,Melissa había olvidado su angustia por el embarazo,así que se dejó llevar por los encantos y la manera de besar del alemán de trenzas,acariciaba su cuerpo y ella rasguñaba suavemente la espalda tonificada de Tom,la chica ya podía sentir la erección del narcotraficante y la feminidad de la chica estaba demasiado húmeda,lista para ser embestida por aquel hombre.

—Te deseo—dijo Tom,mientras sonreía ladino y su mirada estaba completamente oscurecida,miraba con extrema lujuria a Melissa—

—Hazlo —dijo mirando los labios del alemán—

El de trenzas sonrió ampliamente,levantó a Melissa mientras ella enrollaba sus piernas en la cintura de él,el alemán la recargó en la pared mientras que la besaba desesperadamente y apretaba sus muslos,estaba loco por ella y loco por embestirla una y otra vez.
Salieron de la ducha y llegaron hasta la cama dejando en el suelo algunas gotas de agua mientras que las sábanas poco a poco se humedecían y al instante se secaban sus cuerpos.Melissa quedó encima de Tom e introdujo el miembro del alemán dentro de ella poco a poco,dolía pero era tolerable,al encajar perfectamente ambos gimieron y se miraron fijamente a los ojos,mientras que ella se movía lentamente al principio después comenzó a brincar encima de él,haciéndolo gemir y gruñir.

No sólo eran sus gemidos,gruñidos y jadeos,también sus gestos,Melissa sonreía al mirar que los ojos de Tom se veían blancos en su totalidad,después regresaba su mirada a ella y tocaba su cuerpo,sus preciosos pechos y la tomaba de las caderas para así poder tener control en el ritmo y la profundidad,le encantaba tenerla encima y mirarla a los ojos,mirarla despeinada con algo de sudor en su frente,adoraba mirarla completamente y únicamente desnuda para él.
La chica pelinegra llegó a dos orgasmos,al saber que había llegado a su punto máximo,Tom quedó encima de ella,no quiso esperar más y entró nuevamente pero esta vez más profundo,elevó las cortas piernas de la chica dejándolas encima de sus dos hombros pegándose y adentrándose más en el cuerpo de la chica haciéndola gritar inmediatamente al sentirlo dentro,sus piernas aún temblaban,sus labios y su pecho se levaba de arriba hacía abajo con velocidad,le faltaba el aire,su feminidad estaba tan mojada que escurría llenando completamente el miembro de Tom y haciéndolo sentir nuevamente una sensación satisfactoria al entrar y salir de ella,una y otra vez,quedó cerca del rostro de la chica para besar aquellos labios que temblaban,aquellos labios de donde salían semejantes sonidos excitantes para el alemán.

—Vamos,gime para mí,¿de quien eres? —preguntaba agitado,mirándola fijamente a los ojos—

—S..soy tuya —la chica apenas podía hablar de tan indescriptible sensación—

Tom sonrió ladino y siguió embistiéndola,Melissa estaba agobiada,ni siquiera recordaba que tenía que ser cuidadosa por su embarazo,ni siquiera lo recordaba aún.El alemán siguió con lo suyo hasta que llegó al orgasmo llenando cada espacio de Melissa.

TOM KAULITZ-𝐋𝐎𝐒 𝐎𝐉𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐌𝐄𝐋𝐈𝐒𝐒𝐀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora