« Turquoise » [Itoshi Rin]

- ❅ - 8 - ❅ -

Rin había jurado no regresar a ese grupo de estudio por lo que valía su propia sanidad mental, pero su bajo rendimiento en matemáticas y literatura lo perseguía.

No lo mortificaba, hasta que su madre lo llamó dándole un pequeño sermón, él solo pudo quedarse en silencio y gruñir en disconformidad.

Nada de esa mierda le servía para aplastar a su hermano mayor, pero aun así, pasar por esos desafíos era necesario si quería seguir con su objetivo.

Intentó hacerlo solo, en el silencio y comodidad de su habitación. No había avanzado al siguiente problema luego de una hora y quería arrojar toda la basura además de maldecir a todos por obligarlo a perder su tiempo.

Su compañero de cuarto, Hiori, por su parte no consiente del suplicio por el que estaba pasando el de hebras oscuras, y se mantenía jugando videojuegos con los cascos puestos y la música de ambiente del juego a todo volumen.

El estudiante de primer año miró en silencio al chico de hebras cian, como si esperaba que la telepatía existiera para que Hiori abandonara todo y notará su dificultad. Este no lo hizo.

De mala gana, Rin se levantó de su sitio en su cama, aferrándose a su orgullo y se paró al lado del contrario, mirando la pantalla de la computadora.

Hiori notó la presencia del de hebras azabache y se quitó los cascos con una mano, lo más rápido que podía para tener ambas manos en el mando y seguir con su juego.

─── ¿Qué pasa, Rin-kun?───preguntó Hiori con curiosidad. La respuesta no llegó, pero de reojo podía ver al estudiante junior con un cuaderno anotador en las manos───. Uh, lo siento, no puedo ayudarte ahora. Le prometí a Nagi-kun que lo ayudaría a subir de rango en una noche.

───No importa───Rin respondió con indiferencia, sabiendo que él también estaría jugando videojuegos si es que sus calificaciones no fueran rojas.

───Pero he visto a (T/N) estudiando con los demás en la sala común, ¿Por qué no...-

───No───la voz de Rin salió de sus cuerdas vocales tan grave y brusca, que dio a entender que preferiría estar muerto antes de ir con aquel grupo de idiota otra vez.

Hiori soltó una pequeña risa suave ante la negativa del contrario, siendo consciente de las pocas ganas de convivir con los demás que Rin tenía.

───No son tan malos. (T/N) parece ser una buena tutora en realidad───comentó el de cabello cian con la mirada fija en la pantalla───. Estoy seguro que puede ayudarte con tus dudas.

Sin embargo, Rin no quería considerarlo. La sola idea era capaz de causarle urticaria en toda la piel, combinado con dolor de cabeza de tener que soportarlos. Él no era la persona más paciente del mundo.

El chico de hebras negras se dirigió a su cama de nuevo, lanzando su cuaderno con agresividad a la mesita de noche que le correspondía.

La superficie inestable de madera se tambalea y algunos artículos de su contenido caen, libros, lápices entre algunas cosas pequeñas. Siseó, agachándose para recoger lo caído, y posicionando todo en orden con movimientos bruscos, más irritado que nunca a pesar de que todo era por su propia causa.