« Turquoise » [Itoshi Rin]

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Con su habitual expresión fría y distante, se levantó temprano una vez más, sintiendo el peso del verano en el aire aún antes de que el sol asomara. En la penumbra de la mañana, se despojó de su camiseta, poniendo la prenda sobre su hombro antes de salir de la habitación. Si había cosas que odiaba, en definitiva, el verano podría ser fácilmente una de estas.

Aunque el sol todavía no había salido, el ambiente caliente era asfixiante, por lo que se preparó para ir a su refugio usual, la glorieta, para hacer yoga antes de que el sol arruinara su día como todos los días.

Rin se detuvo al llegar la planta baja, su mente aún lidiando con la bruma matutina mientras un suspiro escapó de sus labios cuando recordó su sed de agua fría, pero antes de que pudiera continuar, un pensamiento lo desvió hacia la cocina común luego de haber escuchado un ruido.

Quiso creer que se podría tratar de la asistente en jefe, Anri Teieri, ya que sabía que esa mujer solía encargarse de las cosas muy temprano durante sus turnos. Algo usual.
Pensó en la también llevar una fruta consigo, así que se dirigió a la cocina para buscar una en la nevera.

Apenas cruzó el umbral del pasillo, se topó con la sorpresa de encontrar un cuerpo tendido en el suelo de baldosas. Era fácil identificar las hebras (c/c) desordenadas en el suelo.

Por un momento pensó que ella finalmente había muerto por alguna razón estúpida que no le interesaba, sin embargo, eso no le causó el placer que esperaba. Y menos cuando estaba siendo tan descuidada como para estar solo vistiendo un top deportivo y shorts de pijama mientras estaba tendida en el suelo.

Escuchar como respiraba profundamente por la boca solo hizo que su paciencia llegara al límite. Con una expresión de desdén, la contempló por unos instantes, sintiendo como una vena en su frente palpitaba.

¿Cómo podía existir alguien tan despreocupada como ella? No era la única viviendo en ese sitio, y no comprendía del todo el por qué estaba ella ahí, pero le molestaba lo malditamente vulnerable que ella podía verse en ese estado. Era algo que no podía soportar.

La luz artificial destaca la suavidad de sus contornos, creando una escena que al chico le causaba rabia y náuseas. El top ceñido resalta la suavidad de sus hombros y la curva de su cintura, mientras que los shorts cortos revelan unas piernas bien formadas. Su rostro, sereno en el sueño, irradia una calma que contrasta con la intensidad del calor de la madrugada, las baldosas frías ofrecen un contraste reconfortante, y hace que se acomode con gracia en el suelo, como si estuviera fundiéndose con la frescura que ofrece.

La reacción fue inmediata: un grito ahogado escapó de los labios de la joven, quien se levantó de un salto, con expresión de sorpresa y dolor, agarrándose del estómago.

Rin no mostró ni un ápice de arrepentimiento. Observó fríamente a (T/N), quien lo miraba con incredulidad, mientras se masajeaba la zona golpeada.

─── ¿¡Cuál es tú problema!?───ella se quejó con indignación al ser interrumpida.