Capítulo 6

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Sam es un buen chico. 

─La cena ya fue suficiente, ¿cierto? ─ le pregunto a mi padre, él parece tener intenciones de seguir en contacto con esta gente imbécil que lo único que hace es causarme problemas y cortarme el sueño por las noches. 

─La cena fue lo último. Hoy vendrán a firmar y todo será asunto resuelto. 

─Y no tendremos que verlos más. ─ dije mientras me sentaba en silla frente al escritorio, ─ Que buena noticia para comenzar el día ─ solté. La poca contestación de mi padre hizo que desviara mi mirada hace él. ─ ¿Qué? 

─Pues, hay una beneficencia a la que Sylvain nos ha invitado y-

─No. ─ sentencié ─ Dile que no iré. 

─Ese es el problema... creí que estarías encantado. Yo ya- Ya confirmé tu asistencia, Thomas. 

─No me digas eso ─ dije mientras cubría mi rostro con mis manos ─ Bien, ¿a qué hora es? Yo conduzco. 

─No te quedará otra más que conducir, porque solo tú irás. 

─¿¡Qué!? ¿Me metes en ésto y te sales? 

─Jamás me salí, es para personas de tu edad. 

─¿Así que estará la imbécil de su hija?

─Josephine también estará, si. 

─Mierda.

─¿Ustedes han tenido problemas o algo así? 

─Digamos que no tenemos la mejor relación. 

─¿Así que están peleados? 

─No sé si peleados, solamente... 

─Algo me dice que tú estás competamente cerrado a conocer personas nuevas.

─¿Sabes? Le pago a una persona que dice ser mi terapeuta, generalmente esa persona es quien tiende a hacerme los análisis sobre mi persona. ─ suelto, mientras intento que mi padre deje allí la conversación. ─¿Podemos comenzar a trabajar ahora? Gracias ─ lo interrumpo antes de que hile una conversación nuevamente. 

...

─Así que, ¿tu padre te lo ha dicho? ─ me pregunta al chica. No sé por qué está en mi oficina ahora. Ni siquiera sé cuándo llegó, es como la mugre o la luz mala. 

─Claro que me lo ha dicho, no es un idiota. 

─Bien... ─ menciona ella. 

─¿Bien? ¿Ésto te parece bien? 

─Pues, no lo veo mal, después de todo es para caridad, ¿cierto? 

─No hablo de la fundación, ni de la fiesta. Hablo de que tengamos que ir juntos. 

─Bueno, solo es un medio para un fin, ¿no crees? 

─¿Tener que viajar juntos e ir a una fiesta donde no conocemos a nadie más que al otro? 

─Habla por tí ─ intenta bromear ella. La detesto. 

─¿Qué hay de tí? ─ pregunto mientras finjo que estoy muy ocupado haciendo otra cosa. 

─Mi novio trabaja allí. Bueno, mi- Sam. 

─¿Tu Sam? ─ pregunto ─ Entonces supongo que solo yo no conoceré a nadie. ¿Sabes si se puede desconfirmar la asistencia? 

─Claro que no se puede. Además, ¿cuál es tu problema con todo ésto?

─Ninguno. Pasaré a por tí a las siete. ─ hablo mientras abandono la oficina. 

...

Sam. Ni siquiera era un nombre muy formado, ni siquiera parecía llamarse Sam el hombre con el que estaba. No tenía sentido que tuviera que ir a una fiesta con ella y con su estúpido novio. ¿Novio? Había dicho que era "su Sam" no había dicho que era su novio, o mejor dicho, lo había dicho, pero se había corregido. ¿Qué significaba eso? ¿Qué se supone que había sucedido? Me interesaba, pero claro que no era algo que pudiera simplemente preguntar.

Mi madre se había encargado de conseguirme un traje para la ocasión. Nada la hacía más feliz que poder elegirme la ropa como si fuera un niño pequeño. Para ella, el tiempo jamás había pasado. Sin embargo, el traje era bastante bueno, así que decidí utilizarlo. 

Llegué al edificio de Josephine diez minutos antes, y ella estaba bajando. 

─Creí que tendría que esperarte ─ dijo, con algo de sorpresa mientras me observaba. 

─Piensas muy bajo de mí. ─ mencioné en lo que abría la puerta de su lado. La cerré una vez ella estuvo arriba del auto, y finalmente, conduje. 

─Gracias por pasar por mí. ─ habló. 

─No es nada ─ casí que gruñí. Su celular comenzó a sonar justo cuando estaba a punto de quejarse sobre mi forma de hablar. 

─¿Hola? Oh... carajo, ¿está todo bien? ─ murmuraba, como si no estuvieramos en el mismo espacio cerrado ─ Oh... avísame si necesitas algo, ¿si? Okay. Nos vemos. Bueno.. tu me entendiste. ─ menciona. ─ Ajam, adiós. ─ deja el celular en sus piernas mientras sigue observando la pantalla, como si eso pudiera hacer que la llamada jamás hubiera ocurrido. Tengo que preguntar. Tengo que hacerlo, ¿cierto?. No, no tengo por qué, después de todo-

─¿Está todo bien? ─ mi propia voz interrumpe mis pensamientos, ella voltea a verme y noto que tiene los ojos algo tristes a comparación de la brillante chica en el recibidor de su edificio. 

─Sam no podrá venir. Algo ocurrió con su madre y... tendrá que saltearse la ceremonia. Estamos en igualdad de condiciones ahora ─ dice. 

─Es decir, te ha dejado plantada. 

─No me ha dejado plantada ─ lo defiende ─ Tuvo una emergencia. ─ algo en su cara me dice que no es la primera vez que Sam tiene una emergencia en un evento así, o en general. ─ Sam es un buen chico. ─ dice después. 

─¿Me lo estás diciendo? ¿O te lo estás confirmando a tí misma? 

─¿A qué viene eso? 

─Solo digo que... creo que tienes que tener cuidado a quién eliges para poner las manos en el fuego. 

─¿A qué te refieres ahora? 

─No, a nada. ─ digo. Ni siquiera yo sé a qué va eso. 

Champagne Problems  | Tom HiddlestonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora