Los Misterios de la Laguna Negra (CORREGIDA)

Cap. 25

NARRADOR OMNISCIENTE

Héctor se despertó en su cama, solo.

Se vistió mientras miraba la foto que tenía en la mesa de noche.

Era Elsa.

Mientras tanto, esta, estaba esperando a Héctor.

Al oír una puerta abrirse, se echó perfume en el cuello y se asomó.

Pero se volvió a alejar al verla cerrarse.

En ese instante, Pedro estaba durmiendo abrazado a Amelia, en su cama.

Y Jacinta ya estaba vestida.

Antes de irse, miró un cajón entre abierto.

Y luego a a María.

Esta todavía dormía plácidamente en la cama.

Jacinta se tomó una pastilla y volvió a esconder el bote.

Para luego irse.

Y no era la única que sacaba algo de su escondite.

Fermín, puso las balas sobre la cama.

Y luego la pistola.

Para cargarla.

Mientras miraba el dibujo que había hecho Paula.

La rubia estaba durmiendo con la mano entrelazada a Evelyn.

NARRA CAROLINA

Jugueteaba con las manos en mi regazo, no me podía dormir.

Miré a Vicky, esta si estaba dormida.

Luego a Marta, y está también estaba como yo.

—Ven. —le susurré, haciéndole un gesto.

Esta se levantó de la cama despacio, para no despertar a Vicky.

Así que, ambas nos pusimos el uniforme para ir al cuarto de los chicos.

A buscarlos.

Abrí la puerta despacio y andé hasta la cama de Marcos.

NARRA MARTA

Carol había intentado despertar a Iván, ya que Marcos ya estaba despierto, pero nada.

Fui hacia la cama de Mateo y lo zarandeé.

—Teo..Teo..¡Teo!—le susurré.

Este se dio la vuelta, quedando cara a cara.

Y abrió los ojos.

Con los rayos de sol que salían de la ventana podía ver mejor sus ojos.

Me fijé de que eran entre azules y marrones.

Con el sol se le veían más claros.

Y también me fijé en que estaba sin camiseta.

Se le podían ver sus marcados abdominales.

—¿Quieres una foto?—me cuestionó con la voz ronca y su típica sonrisa pillina.

—No, gracias. —le contesté, con una sonrisa.

Hice un gesto con la cabeza para que saliese.

NARRADOR OMNISCIENTE

En ese mismo instante, Héctor corría por el bosque.

Había salido a correr, como todas las mañanas.

Al estar cerca de la laguna, se paró en seco para descansar.