Los Misterios de la Laguna Negra (CORREGIDA)

Cap. 21

//¿Os gusta la nueva portada? Porque a mí me ha encantado la verdad.

Dentro de dos dias es el cumpleaños de un personaje y habrá un capítulo especial.. ¿advinais de quién es?

Aquí os dejo la canción ( no he encontrado la letra así que aquí os dejo el videoclip)//

NARRADOR OMNISCIENTE

Elsa se fue con el caballo hasta la ermita.

Una vez allí, lo dejó atado en ese sitio.

Ella se alejó un poco de la ermita.

Y encontró con aquel hombre que tan bien conocía.

- Has venido.

- ¿Te he fallado alguna vez? -le cuestionó Pedro.

- Sí, anoche.

El hombre soltó una risa.

- ¿Qué te pasaba?

- Pues lo de siempre..

- No sé de que te quejas te vas a casar con él, ¿no?-le contestó-. Ya has conseguido lo que querías.

Elsa soltó una risa sin una pizca de gracia.

- No, Pedro, lo que yo quiero es mucho más que firmar un papel. Lo que quiero es.. pues dejar de sentirme sola.

- Tú nunca tienes bastante, Elsa, ese es tu problema.

- Bueno, ¿y tú que? ¿Te lo pasastes bien anoche con Amelia? -le preguntó, cambiando de tema.

Pedro se rió.

- ¿Y qué? ¿Te importa?

- No. -negó con la cabeza.

Acto seguido abrazó al contrario.

Cuando se separaron, ambos se dieron un beso.

EN LA BIBLIOTECA DEL INTERNADO

María limpiaba los libros.

Mientras los limpiaba, agarró uno de ortografía.

La mujer no sintió los pasos detrás suya.

- Yo que tú me quedaria.. -habló la voz de Héctor- con este, este es mejor.

Habló el director sacando otro libro de ortografía.

- No.. si solo les estaba quitando el polvo. -mintió la limpiadora.

En ese instante Paula entró en la biblioteca.

- Hombre, mira a quien tenemos aquí. -habló el director, viéndola desde la altura.

- La seño me ha dicho que venga a hablar contigo. -le dijo la rubia.

- Espera, que bajo.

A los pocos segundos, Héctor ya estaba bajando por las escaleras.

- Siéntate. -le pidió en cuánto estuvo frente a ella.

- ¿Sabes por qué te he mandado llamar?-le preguntó el director.

A lo que la niña negó con la cabeza.

- Porque quiero que tú y yo seamos amigos, y me han dicho.. -María los miró desde arriba- que estás un poco triste, ¿es eso verdad?

Paula asintió con la cabeza.

- Vaya.. ¿y por qué estás triste?

- Porque me parece que mis papás están muertos..

María miró para otro lado, entristecida.