The Show ★KOOKMIN★

Capitulo 7★

Jimin dejó la carta a un lado y se dejó caer en el sillón. Se pasó las manos por su cara con la intención de despertar, porque creía que estaba en un sueño muy profundo.

Para su mala suerte, era la realidad. Y ese cabrón de nuevo lo estaba poniendo a prueba, lo estaba retando y estaba disfrutando jugar con el detective. Estaba terriblemente hartó de esas cartas misteriosas y enigmáticas que mandaba aquel bastardo.

No podía soportarlo un segundo más.

Se sentía ahogado, presionado, entre la espada y la pared. Sin tener idea de qué hacer, necesitando estar entre los brazos de sus padres que le den algún consejo para seguir adelante.
Iba a romper en llanto, de verdad que lo iba hacer. Y no era por pena o tristeza, era por furia, rabia, irritación, era porque se sentía tan abrumado, tan presionado, como en una caja que de a poco se va llenando de agua y no tendría cómo salir de allí.

Cerró los ojos por un momento y trató de controlar su respiración errática.

Uno...

Dos...

Tres...

Cuatro...

-¿Quién te envió esta carta Jimin? ¿Y por qué causó esa reacción en ti? -preguntó Emily realmente preocupada por como se había puesto su amigo. Jamás lo había visto así.

Decaído y débil.

Nunca había visto a Jimin débil y para ella era una gran sorpresa ver a su compañero que siempre había tenido un escudo de hierro protegiéndolo

Jimin no sabía si responder o no, porque era algo complicado de decir: ''Hey, ¿te acuerdas de ese narcotraficante que estoy tratando de atrapar? Pues me envía mensajitos por carta, teléfono e incluso en una ocasión me dejó una rosa...''

Por supuesto que no sonaba nada lógico y sencillo en decir aquello, pero de una vez por todas tendría que hacerlo, y se lo iba a contar a la persona que menos la juzgaría por sus secretos y sus actos arrebatados e impulsivos.

Tomó aire y prosiguió a contarle todo a Emily, desde la primera carta que había visto junto a ella, hasta lo que le había ocurrido a su hermano e incluso su impulsiva acción de hacerle caso a ese cabrón e ir a la bodega. Cuando terminó, la reacción que tenía Emily no era la que el se esperaba, pensaba que su amiga gritaría un ¡Oh por Dios Jimin! ¿Me estás tomando el pelo? Sin embargo, la rubia estaba mirando a su amigo con el ceño fruncido, con su mirada preocupada y perdida en lo profundo de sus pensamientos.

Emily se demoró un momento en contestarle, y el detective supuso que cualquiera se hubiera dado el tiempo para analizar cada situación con sumo detalle, relacionarlas, ver una conexión, meditar al respecto y dar su opinión.

-¿Tienes miedo? -fueron dos palabras secas y preocupadas que salieron de la boca de su fiel amiga.

Aquella pregunta quedó nadando en la mente de Jimin mientras pensaba realmente cómo contestar.

¿Tenía miedo?

El jamás tenía miedo de algo. El nunca había sentido esa sensación de miedo,Adrenalina sí. Pero miedo jamás.

Sin embargo, todo ese misterio y enigma si le daba miedo, le daba temor, y realmente se asustaba al dar un paso más, porque ese paso significaría que estaría cada vez más cerca de El Mago. Un hombre que perfectamente podía haber matado a su hermano.

-Sí. -respondió con un hilo de voz, aún así con un tono firme y seguro de si mismo

-jimin ese tipo lo que está tratando de hacer es que pierdas la cabeza, tu cordura. El miedo es la primera señal de aquello. Y... y yo no sé cómo haz podido continuar... -musitó La rubia