Capitulo 9★

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Lo primero que pensó fue: debe ser una broma.

Luego volvió a la realidad y se dio cuenta de que no estaba en ningún sueño ni imaginándose cosas, estaba en el presente y lo estaba mirando.

Estaba mirando a un hombre que tenía con certeza menos de treinta años.

Un hombre que vestía un elegante traje, que aunque Jimin no lo quisiera reconocer, lograba que se viera atractivo.
Estaba casi seguro de que se iba a encontrar a un tipo de sesenta años, con canas y acento del padrino como había dicho Emily, sin embargo, era totalmente diferente.

Guapo, sin duda más alto que el, con unos muslos y unos brazos que lo hacía ver mucho más masculino de lo que era, unos labios definidamente rosados que calzaban perfectamente en su rostro y unos ojos indescriptibles... profundos, penetrantes...

Cuando lo miró, sintió que le habían atravesado una daga en el abdomen. De la nada careció de aire y sus pulmones pedían a gritos por oxígeno.

Una sola mirada le había causado aquello.

Una mirada penetrante y mordaz.

No era lo que se esperaba, pero sin duda, la vida volvió a darle una sorpresa.

Se dio cuenta de que si no respondía en el acto, demostraba ser débil en frente de él, y por supuesto era lo que menos quería.

Se aclaró la garganta y habló:

-Sin duda alguna -respondió el detective, tratando de que su voz sonara de lo más normal. Gracias a Dios, su voz se escuchó completamente tranquila.

El hombre en frente de el soltó una pequeña risa ronca, mostrando una sonrisa de medio lado arrogante y sensual que dejaba ver su dentadura perfecta.

Dio un paso al frente y tomó un ramo de tulipanes rojos que estaba sobre una pequeña mesa de roble.

Caminó hacia el detective sin dejar de sostenerle la mirada en ningún momento, firme, con pasos seguro, mientras sus ojos examinaban detalladamente a el detective que tenía en frente suyo.

-Si me permite decirle... luce maravilloso esta noche -se acercó a el, aún sosteniéndole la mirada y continuó-. Las estrellas deben estar furiosas del brillo de sus ojos.

Jimin tragó saliva y desvió la vista hacia la pared.

No podía seguir sosteniendo la mirada de aquel hombre que parecía desnudarlo con solo mirarlo directamente a los ojos. Y encima, al hablar con aquella ronca y masculina voz que no dejaba de ser aterciopelada para sus oídos.

El hombre volvió a dar un paso al frente, quedando mucho más cerca de el y aún mirando directamente sus ojos azul cielo. Estiró su brazo y le entregó el ramo de tulipanes rojos que venían adornados de una manera magnífica.

-Sé que son sus flores favoritas -volvió a sonreír de medio lado, causando unos cuantos cosquilleos en el detective-. ¿O me equivoco?

Jimin se dijo que aquellos extraños cosquilleos se debía solamente a los nervios que tenía en ese momento.

-No, no se equivoca -habló-. Gracias por el detalle.

Mientras hablaba, se dio cuenta cómo aquel descarado no le quitaba la mirada de sus labios ni de sus ojos.

-¿Sabe? -el hombre arqueó sus cejas, mientras seguía teniendo aquella sonrisa malditamente atractiva en el rostro-. Los tulipanes se simbolizan como una declaración de amor.

Jimin soltó una pequeña risita que no pudo contener por lo irónica que le parecía aquella conversación.

-No tenía idea, que interesante saberlo... -dejó la frase en el aire porque aún desconocía su nombre.

 The Show ★KOOKMIN★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora