-¡Hoseok, Hoseok! Necesito hablar contigo -exclamó Jimin mientras corría tras su compañero que parecía tener el menor interés en hablar con el.
El hombre entró en su oficina y cerró la puerta con gran estruendo tras él, Jimin quedó pasmado y sin darse por vencido, la abrió en el instante.
-Debo hablar contigo -anunció.
Jung le dirigió una mirada mortal y bufó molesto, negó con la cabeza mientras revolvía unos papeles de su escritorio.
-He tenido una suerte de mierda en la que toda mi familia ha estado en peligro... ¡por semanas! ¡Semanas, Jimin. Y tu ni siquiera puedes preguntar si estoy bien aunque no te interese! -Hoseok gritó como si le estuviera diciendo todo eso a la mesa que estaba a punto de recibir el golpe de sus puños cerrados-. Así que discúlpame si después de tanto tiempo no quiero hablar contigo. Porque has sido un perro que no está enfocado en este puto caso y que no te importa lo que pasa a tu alrededor.
Jimin se quedó pasmado mientras se tragaba su orgullo por no responder a la persona que la había llamado perro. Se quedó un par de segundos mirándolo con tranquilidad, tratando de permanecer impasible y de no explotar. Sabía perfectamente que todo lo que Jung había dicho era solamente la verdad, habían pasado semanas y no sabía nada de su compañero y ni siquiera se había dignado a preguntar, así que no tenía nada con qué rebatirle.
-Sé que no me consideras tu amigo en este momento, pero debo hablar contigo. De detective a detective. -habló con calma.
Hoseok lo miró con furia y se desplomó en su silla de cuero.
-Adelante, Park.
Jimin tomó aire, miró directamente a su amigo a los ojos y soltó todo lo que tenía que decir.
-Sé que no me vas a creer, pero te lo digo en serio. Así que te pido que hagas un intento por creer todo esto que puede sonar bastante inverosímil -advirtió. La mirada de Jung se había nublado y tenía el ceño fruncido, como si tratara de adivinar qué era lo que le iba a decir-. Lo conozco. -dijo por fin y soltó un suspiro de alivio-. Conozco a El Mago. De hecho... hemos hablado... bastante...
-¿De qué carajo estás hablando, Jimin? -sus codos estaban apoyados sobre la mesa y escuchaba perfectamente lo que el pelirosa decía.
-¡Lo conozco! ¡Lo conozco hace tiempo y no te dije nada por miedo a... a no sé, tenía miedo! -se desplomó sobre el sofá y lo siguió mirando-. Se comunico conmigo -pasó las manos por su cabello con desesperación-. Y... ¡Dios! Soy un maldito estúpido al no contarte esto antes, ahora no me vas a creer...
-Solo habla y cuéntame todo lo que tengas que decir y no te guardes nada.
Y así fue.
Le contó todo lo que tenía que decirle.
Le contó todo desde el principio, que comenzó con aquella carta hasta la última vez que él estuvo en su habitación. No olvidó ningún detalle, contó todo definidamente sin saltarse nada... excepto una cosa.Lo que había sentido cuando él le besó el cuello.
Jung lo miró en cada momento, tratando de procesar toda la información que de pronto había recibido de golpe. Aún así, le resultaba bastante difícil poder comprenderlo y poder creer en el, pues habían pasado meses y él no tenía puta idea de nada. Los dos se habían ido por caminos distintos, él preocupado de la seguridad de su familia y Jimin... bueno, el estaba ocupado tratando de no enamorarse de un criminal.
-¿Pretendes que te crea que un criminal te dijo que se entregaría a los oficiales cuando tú estés enamorado de él, es en serio? -soltó una carcajada bastante amarga y negó con la cabeza, sin poder creerle esa parte de la historia.
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The Show ★KOOKMIN★
Action-Te propongo un trato, cariño -habló aquel hombre con esa voz profunda pero suave que raspaba en los oídos de Jimin -Ni de joda, cabrón. No hago tratos con criminales como tú -dijo el detective Park, sin revelar sus nervios. -Imaginé que dirías alg...