Capitulo 8★

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Su compañero lo miró perplejo.

Acaba de decirle una de las cosas más importantes que tienen que tener en cuenta y Park no le presta ni la menor atención. Ha notado que su compañero anda distante y distraído, pero sentía que estaba siendo el colmo. Tenía que concentrarse porque no estaban en contra del niño malo del kínder, estaban en contra de un cabrón inteligente y peligroso.

El detective se dio cuenta de la reacción de su compañero al haberle dicho eso. Era totalmente normal, pero no le podía explicar en cinco minutos todo lo que había sucedido de una manera plenamente racional.

-Te lo contaré luego, pero por favor cúbreme, te lo ruego -jimin entrelazó sus manos en signo se súplica a su amigo.

Hoseok hizo un ademán con la mano y suspiró cansado. Él también estaba harto de este caso y lo único que quería era terminar, pero nunca había dejado un caso a medias con su compañero y este no sería la excepción.

Pensó que lo único que le alegraría el día sería ver a Emily en un momento más, aquella rubia que realmente le sacaba una sonrisa en más de una ocasión.

Jimin le estampó un beso en la mejilla y salió apresurado del servicio.
La lluvia caía con gran intensidad, acompañado de un viento rápido y helado. Iba con su nariz congelada y la mirada perdida en busca de un taxi que resultaba realmente imposible de coger uno a esta hora del día.

Un mensaje le llegó al celular, por lo que vibró en su bolsillo. Lo tomó entre sus dedos y leyó rápidamente.

De: Emily

Voy en camino al departamento, te voy a dejar como una estrella.

Al fin logró coger un taxi que lo llevara al edificio en el que vivía.

Subió apresuradamente por las escaleras hasta llegar a su departamento. Aunque había ascensor en el edificio, el siempre prefería las escaleras porque le tenía un miedo secreto a los ascensores, una mala experiencia desde pequeño que la había dejado hasta el día de hoy prefiriendo las escaleras.

Emily estaba en su pieza en frente de su espejo con todo listo para realizar su obra maestra.

-¿Qué vas hacer? -preguntó Jimin mientras examinaba cada uno de esos productos de belleza.

-Te voy a enchular -sonrío maliciosamente-. Voy a transformarte cariño -su mano indicó hacia una silla para que tomara asiento.

-Pero si no voy a conquistar a ese infeliz... -musito el peli rosa sin querer tomar asiento.

-Lo sé, Pero vas a usar un Dior

Jimin decidió hacerle caso a su amiga y se sentó en la silla, esperando a que despertara de aquel sueño tan confuso.

Era imposible que estuviera a minutos de conocerlo, realmente todo formaba parte de una broma o de un sueño o de cualquier mierda menos de la realidad. El no estaba en la realidad, en el presente, estaba en otra dimensión deseando volver al inicio y no aceptar el caso.

Pero eso lo convertiría en un cobarde y Park Jimin podía ser muchas cosas pero jamás un cobarde Y aunque sonara estúpido y distorsionado, el lo va a conocer esta noche, así es. Lo va a conocer y lo va a enfrentar.

Emily comenzó a realizar maravillas en el cabello de su amigo, le hizo algunos rizos y recogio algunos, algo sencillo pero que a la vez se vería elegante y sensual junto con el traje. Mientras lo hacía, Jimin le contó todo lo que le había dicho Hoseok sobre la nueva sustancia que habían encontrado.

-Joder -musitó la rubia-. Yo... joder Jimin. Esto es una locura.

Su amiga encogió los hombros sin saber qué decir. Sin duda era una locura. Pero se volvió una locura en el momento en que recibió aquella carta por primera vez y no sabía cuando iba a terminar.

 The Show ★KOOKMIN★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora