-Te propongo un trato, cariño -habló aquel hombre con esa voz profunda pero suave que raspaba en los oídos de Jimin
-Ni de joda, cabrón. No hago tratos con criminales como tú -dijo el detective Park, sin revelar sus nervios.
-Imaginé que dirías alg...
Ya no tenía el ánimo suficiente como para calentarse la cabeza pensando en El Mago. No quería y no tenía el tiempo necesario, porque mientras él le mandaba aquellos irónicos y sarcásticos mensajes Jimin perdía el tiempo para poder seguir con su misión. Cayó en un profundo sueño, en el que volvía a sentir y a escuchar la voz de aquel hombre. El calor y la vibración de ese intenso sonido corriendo por su oído y su rostro, sentía que lo ahogaba. Lo único que quería era terminar con esto de una vez por todas y olvidarse de lo que ha sucedido, sobre todo de El Mago, ese tipo que solo está jugando con el y que va ganando a toda costa. Al comenzar el caso se había preguntado cómo era posible que los detectives no hayan podido encontrar el paradero de aquel infeliz, pero ahora lo comprendía y lo entendía perfectamente. El cabrón era astuto y ya se había dado cuenta de eso y tenía que tener en mente que desde ahora nada le sería fácil. Tenía que ser frío, calculador, tenía que pensar como piensa él mago.
El olor de panqueques recién hechos inundó en su nariz y se despertó. Se limpió los ojos y dio un largo bostezo, para luego mirar hacia la cocina. Emily estaba haciendo panqueques y agregándole manjar. Jimin se sentó en el borde de una encimera y le dio un mordisco a un panqueque.
-¿Qué tal tu cita de anoche? -preguntó el peli rosa
La rubia se dio media vuelta y lo miró con una expresión de ''mejor cállate''.
- Sunghyon es homosexual y tiene novio y al parecer se aman. Luego dije: bueno, no está muerto. ¡Pero Dios, se aman! Se mandan mensajes a cada instante -contestó enfadada-, y luego está el otro, songyeonh, ese que te coqueteó, que es el tipo más raro que he conocido en mi vida -le echó un vistazo rápido a su amigo para continuar-. Se pregunta todo lo que pasa en la vida, te queda mirando y te escupe un sinfín de preguntas capciosas que no tienes puta idea de como responder. Son sexys pero mejor ponerles una cinta adhesiva en la boca.
Jimin explotó en risas, dejó el panqueque a un lado y comenzó a mover las manos en el aire, lo hacía porque sabía cuanto le molestaba a la rubia que lo hiciera, porque significaba que Emily se había equivocado de chicos, cosa que pasaba una vez de miles.
-Ya cállate -dio vuelta a un panqueque que se estaba quemando-. En fin, hoy saldré con Hoseok
- Kim Emily saliendo con un hombre más de dos veces seguidas, ¿Acaso es el fin del mundo? -dijo el peli rosa entre risas.
-Le das mucha importancia- Emily terminó sus panqueques y los dejó a un lado-. ¿Qué vamos hacer para tu cumpleaños, viejito?
Jimin soltó un bufido.
-No hay motivo para celebrar.
-¡Oh cállate! ¡Siempre hay motivo para celebrar! ¿Karaoke, un club de strippers, comer hasta morir, qué quieres?
Jimin lo meditó un segundo.
-Una simple cena en casa.
-¿Ni siquiera un stripper? -su amiga hizo un puchero.
Él peli rosa río y negó con la cabeza.
-Eres la persona más aburrida del mundo -le sacó la lengua en tono de burla-. Bien, yo me encargaré de todo así que no te preocupes por nada.
Su amiga solo sonrío. De hecho no tenía muchas ganas para celebrar, pero Emily estaba tan emocionada que dejó que lo hiciera. Para ella cada día tenía un motivo para hacer una fiesta.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
