Capitulo 8.

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Katia estaba en el parque, sentada en uno de los cuantos bancos que había en el parque, observando a la nada. Estaba llorando, estaba triste, disgustada por que su padre la trataba como una más del millón de sus fans o así.

Él no era así, el cambio después de la muerte de mamá. Como extraño a mamá que este aquí con nosotros. Extraño aquellas salidas relámpagos en familia, todos mis anécdotas.

- Katia, ¿Está todo bien? - Dijo Martin al verme ahí sentada viendo a la nada. Se acercó a ella, sentándose a su lado.- ¿Por que estás aquí tan sola?

- Sí, si estoy bien, gracias.- Me quite las lágrimas rápidamente.- Por nada, solo necesitaba estar sola. ¿Por qué?

- No por nada, solo me preocupe por usted.- Le comente sonriendo.- Y, ¿por que estaba llorando?

- Por mi padre, ¡me quiere mandar a internarme nuevamente! - Le comente triste mirándole.- Cree que he vuelto a recaer.

- Joder, ¿pero no es verdad que has vuelto a recaer, verdad? - Le preguntó el.

- Martin, he vuelto a recaer.- Asiente diciéndole la verdad.- Hace meses que he recaído...

- No me digas eso...- Le abrazó fuertemente para animarla.- Tú eres fuerte, pequeña.- Un ruido les hizo separarse, era el, mi príncipe. Estaba ahí parado con una sonrisa.- Bueno, ya me voy...- Se despide de mi y de su amigo.

- Mi pequeña rubia...- Se sentó a su lado dándole un beso en su frente.- ¿Que ha pasado? ¿Por que estás aquí tan sola?

- Mi padre me va a mandar a hospitalizarme, Villamil.- Le mire abrazándole y llorando.- Yo no quiero Villamil, no quiero...- Negué con la cabeza.

- Eso no pasará pequeña, eso te lo aseguro yo..- Le susurro a su oreja tiernamente.- Saldremos adelante, pequeña.

Se quedaron ahí mirando el paisaje en un silencio muy cómodo la verdad. Se miraron y se besaron.

[...]
1 año más tarde...
Estaba feliz, junto a Villamil. Estábamos en una casa fuera de Barcelona, cuál había el comprado hace tiempo.

- Víctor está de camino, Lidia está un poco enferma.- Lidia era la pequeña hija de Víctor y Sia.

Él la abrazó por la cintura, con una sonrisa y asiente. Le besa el cuello tiernamente y le deja chupetones grandes.

- Kat, mírame un momento por favor...- Ella le mira a los ojos por un segundo sonriendo.- Sí, ¿que pasa?

- Por fin después de un año, puedo confesarte de que oficialmente Gabriela y yo estamos divorciados...- Le susurre abrazándole en el aire con una sonrisa.

- Entonces Gabriela ya no nos molestará más en nuestras vidas...- Le comente alegrándome de que Gabriela ya no nos pudiera molestar más.- Eso me gusta, ¡por fin!

Estábamos en la ventana mirando el paisaje, la cascada. Lo bonito que era.

- ¡Llegaron! - Gritaron las sirvientas con emoción, abrieron la puerta.- ¡Lidia, pequeña! - Gritaron al verla de emoción corriendo hacia ellas, al verlas.

Lidia saltó de emoción, abrazó a las sirvientas con una sonrisa en su cara. Katia saludó a su hermano mayor con su saludo de manos. Y abrazó después a Sia. Había extrañado a esta chica, después de los 6 meses de embarazo tuvo que darse de baja en la escuela por motivos del embarazo.

¿Me internaron durante este año? No, gracias a Villamil salí a delante. Gracias a él, superé todo lo que sentía en mi.

Lo bese varias veces en sus labios, ya que eran bastante tiernos de besar.

- Mi amor, mi hermano y Sia nos pueden pillar...- Decía mientras jadeaba lentamente, mientras él me daba besos en el cuello.- O mejor, Lidia nos puede ver y puede traumatizarse...

- Es verdad...- Le acarició con sus dedos, su cuello y otra en su cintura.- No quiero que nuestra sobrina nos vea de una manera comprometedora.

Katia se ríe y va a fuera, el paisaje era una maravilla. Todo como a ella le gustaba.

- Hermanita, !Hasta que por fin te encuentro! - Se ríe. Acercándose a ella.- Y, ¿como te sientes?

- Hermano, ¡Que gracioso eres! - Me rio de él y negué con la cabeza bastante feliz.- Estoy bien, feliz de la vida. Al fin disfrutando la vida.

[...]
Alex, se había mudado a Zaragoza por sus padres, le habían transferido a otra empresa a sus padres.

Se despidió de sus mejores amigos, y que volvería muy pronto. Que era solo temporal, pero no creería que fuera para siempre.

Él hacía videollamadas cada vez que podía y si el tiempo se lo permitía, ya que iba a una nueva universidad, era bastante diferente a la cual iba siempre.

- ¡Pero papá! - Gritó Alex enojado, levantándose de la silla.- ¡Dijiste que era temporal, no definitivo!

- ¡Alex, por favor! ¡Siéntate! - Le respondió también enojado.- Joder, lo siento...

- ¿Lo sientes? - Dijo su hijo muy irónico sin poder creer que su padre le hubiera dicho lo siento.- ¿Acaso no pensaste que yo tenía a mis mejores amigos en Barcelona?

- Sí lo pensé hijo, pero no todo se puede en esta vida, JODER! - Su padre se marchó del comedor para irse a su despacho.

[...]
Álvaro estaba con Josephine, en uno de los conciertos que él estaría dando por fuera de España. Extrañaba a sus hijos, después de un año sin verlos, la verdad los necesitaba. Sabía que la había cagado la verdad con ellos, no he sido un buen padre. Ahora me di cuenta de que no fue la forma correcta de haber tratado a mis hijos. Josephine había conseguido lo que otros no hubieran conseguido y era que me separase de mis dos hijos, herederos de lo que tenia si me pasara algo. Varias veces me quise comunicar con ellos pero me rechazaban las llamadas.

- Lo siento Josephine, pero será mejor que nos divorciemos...- Le dijo él un poco agobiado.- Ya no siento nada, pero nada por ti...

Josephine estaba pero tan enojada que lo que hizo no tuvo perdón de Dios. Le había amenazado, de que haría todo lo posible en que no fuera feliz le daria en donde más le doliera a el.

[...]
Sia estaba durmiendo un poco en la habitación, Lidia no le había dejado dormir muy bien que digamos.

- No sé si creerme las disculpas de papá, Víctor.- Le dije mientras tomaba agua tranquilamente.- No creo que lo haya dejado con ella.- Ruedo mis ojos.

- Papa siempre con sus cosas, sus mentiras, su todo...- Suspiro el, llegó Villamil junto a Simón y el resto.- Hey! ¿Y eso? - Señalaron las bolsas de compra.

- Fuimos a comprar en el supermercado y de paso algo de comer.- Respondió Isaza. Mira el móvil y beso a Juliana.- ¿Tienen hambre?

Todos asintieron menos Víctor quien fue a mirar a su esposa a ver como estaba. Lidia estaba con Charlie, una de las tantas sirvientes de la casa. Gracias a ella, Sia podía dormir ahora más tranquila.

Preparamos la mesa para comer MCDonalds esa tarde, lo rico que estaba. Juliana había invitado a su prima, Lily. Lily tiene 18 recién cumplidos. Empezando la selectividad, quería ser fotógrafa y redactora.

- Y, ¿tú? - Le preguntó Lily muy coqueta a Villamil, Katia intentaba contenerse de los celos.- ¿Tienes novia?

- Sí, si tengo novia.- Le respondió serio y rascándose la nuca, mirando a Juliana para que le preguntara cualquier otra cosa.- ¿Por que la pregunta?

- Solo para saber, si no se pondrá celosa que estes aquí...- Le dijo mirándole.- Y que te este coqueteando...

Katia le quito la mano del brazo de su novio.- Yo, yo soy la novia...- Le mire seriamente a sus ojos.- Y vete olvidando de intentar algo con él, él ya tiene dueña...

- Pero eso podría cambiar, ¿no Villamil? - Le mire con bastante confianza y bastante coqueta.

- Sí, eso creo no se...- Le mire de arriba abajo con una sonrisa, Katia se sorprende mirando a Villamil y se levanta de la silla y se marcha a la habitación.

𝓹𝓸𝓻 𝓯𝓪 𝓷𝓸 𝓽𝓮 𝓿𝓪𝔂𝓪𝓼... [𝓙𝓾𝓪𝓷 𝓟𝓪𝓫𝓵𝓸 𝓥𝓲𝓵𝓵𝓪𝓶𝓲𝓵]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora