Capitulo 11.

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Katia había visto como Villamil le había pedido matrimonio a Lydia en aquella cafetería. Bajo la mirada, tocándose la panza. Ya iba a cumplir 6 meses de embarazo y él no se había preocupado de ella ni de su hijo.

- ¡Katia, espera! - Villamil, corría hacia ella. Estaba llorando por un chico al que amaba y él solo jugaba con ella y sus sentimientos.- ¡Es que esta embarazada!

Katia se ríe sin poder creerlo y lo miro.- ¡VETE A LA MIERDA JUAN PABLO! - Le empuje fuertemente hacia atrás y dándole varios golpes en su torso, decepcionada de él.- No quiero que te vuelvas acercarte a mí ni a mi hijo, ¿entendiste?

Katia se marcha de la cafetería junto a Alex, yendo a un lugar menos reconocido. Katia no paraba de llorar en el hombro de Alex, por qué le había dolido que Juan Pablo solo hubiera jugado con sus sentimientos.

- Lo siento, Alex.- Dijo Katia limpiándose las lágrimas y disculpándose de lo que Alex estaba viendo en esos momentos.- Por favor, ¡no le digas nada de esto a mi padre ni a mi hermano!

Asiente y le da un abrazo tierno y la va a dejar a su casa para que él después pudiera irse a ver a sus padres. Ya que cenarían con unos empresarios muy reconocidos.

[...]
Katia estaba viendo los nuevos horarios de la universidad de su carrera, estaba confundida por qué no sabía dónde quedaban sus clases, su hermano entraba más tarde aquel día así que estaba un tanto perdida en esos momentos. Mi barriga ya era notoria en aquellos momentos así que las personas me miraban y miraban mi panza como de costumbre.

- ¿Ahora que quieres Juan Pablo? - Pregunté un poco irritada por su presencia.- ¿Se te ha perdido algo?

- Seré tu tutor en tu primer día de universidad, eso quiere decir que te haré un pequeño tour por estas instalaciones.- Le respondió con una pequeña risa.- Así que, ¿A qué esperas?

- ¡No me lo puedo creer! - Suspire y me lamenté en venir ese día.- ¿Por qué tú?

Katia presto atención a la guía que Villamil le decía y le hablaba. Debían de parar a cada 10 minutos por que Katia se cansaba mucho desde que estaba embarazada, sus pies estaban muy hinchados y le dolían bastante.

Él le había cogido como si fuera una princesa hacia un lugar muy apartado de la universidad para que pudiera estar más tranquila. Katia se quedó sorprendida por que ya hacía más de un mes que no nos habíamos hablado, estaba en mi último mes, así que podía ser que Jasón naciera un día de estos o dentro de pocas semanas.

- Así que le pondrás, ¿Jasón? - Le miró dedicándole una sonrisa y le acarició su panza.- ¡Me gusta el nombre! - Le susurre en su oreja.- Me parece bastante sexy.- Le muerde lentamente su oreja y ella jadeo un poco.

- Por favor Villamil...- Solté un par de jadeos de mi boca y cerré mis ojos.- No sigas más.

- Y, ¿si no quiero parar? - Le seguía mordiendo de manera pícara su oreja viendo como se ponía y estaba mojada lo que me gustaba.- Hasta mojada, me pareces aún más sexy.

Lydia entra y con una mirada bastante asesina a Katia le dio una cachetada bastante fuerte en su mejilla, reclamando que no se le insinuara a su prometido. Villamil se hizo el que se había negado a endulzarme el oído. Katia se marchó del lugar y encontró a Víctor.

Katia había roto aguas justamente en el momento que había visto a Víctor. Empezó a tener contracciones y bastantes fuertes, compañeros tuvieron que llamar urgente a una ambulancia para que la llevaran al hospital para que pudiera dar a su pequeño Jasón a parto. Esto no estaba programado pensó Katia en aquel momento, debería haber nacido en unos días no hoy, decía ella en su mente.

[...]
04.03.2018.
Jasón Soler Villamil, le tuve que dar el apellido de Juan Pablo por que ya me había amenazado una vez en quitarme a Jasón. Y eso yo no quería, no quería separarme de mi pequeño.

- Sia, ¡al fin te veo! - Dijo ella con felicidad en su cara al no verla ya varios meses. Lydia se había enfermado, la gripe.- ¿Como está Lydia?

Sia asiente con una gran sonrisa y le da un abrazo y miró a Jasón dándole un pequeño beso. Tenía muchos rasgos de Villamil, se podría decir que se parecería mucho a Villamil.

- Papá, ¡estoy bien! - Le mire con cara de pocos amigos suspirando un poco.- ¡Ten cuidado con Jasón, por favor! - Le dije al verlo coger a mi hijo en brazos.

- Hija, tranquila. - Le mire dedicándole una sonrisa a mi nieto.-¡Hola pequeño! - Le acarició su mejilla.

Katia aprovechó en ducharse y relajarse un poco en la ducha. Después de un rato salí ya vestida y relajada.

- Papá, ¡ya puedes irte, estaré bien! - Le comento con una sonrisa.

Estaba tumbada en la cama observando a Jasón durmiendo. Villamil apareció en esos momentos, quería ver a Jasón.

- ¡Quiero ver a mi hijo! - Le aprieto el brazo a Katia, lastimándola bastante.- ¡No me lo hagas más difícil de lo que es, Katia!

- ¡Suéltame, Juan Pablo! - Le comente con bastante dolor en el brazo.- ¡Me estás lastimando!

Me suelta el brazo y se acercó a su hijo y lo coge en brazos, con una sonrisa.

- Katia, ¡quiero que compartamos la custodia de Jasón! - Se acercó a ella, la cual se negó.- Soy su padre, Katia.

- Dejaste de ser su padre el día que decidiste casarte con Lily y la embarazaste! - Le comente cogiéndole a Jasón para cambiarle el pañal y darle el pecho para que tomara leche.- Lo siento, pero debes de irte, ¡NO ERES BIENVENIDO!

Villamil le mira acercándose a ella.- Por lo menos ella es más mujer que tú...- Le comento.- Ella me daba lo que tu no querías darme. Ella tiene más cualidades que tú, Katia.

Katia le dolió ese comentario y cacheteó a Villamil, quería que se fuera de aquella habitación y de su vida. Ella pensó que después de lo que pasó con Gabriela cambiaría, como él lo había prometido.

Jasón era bastante bonito la verdad, me dolía mucho que se pareciera a su padre y no a mí mucho. Pero lo amaría con locura a este pequeño niño.

No dejaría que nadie se metiera con él, ni que lo lastimaran como me habían lastimado a mí de la peor manera.

Me habían dado el alta, me alegraba poder irme a mi casa a descansar y cuidar más a Jasón sin vigilancia. Me había enterado de que Sia y Víctor se separarían, Sia le había sido infiel a mi hermano y descubrió que la pequeña Lydia no era hija de Víctor si no de Alex. Mi exnovio y primo.

[...]
Tiempo después de lo ocurrido, la familia Soler se había mudado a Alicante para volver a reconstruir su vida, un cambio de aires en su vida y comenzar desde cero en un pueblo donde no conocieran a nadie y nadie conociera a ellos.

- Por un comienzo nuevo, Víctor...- Le comento su hermana abrazándolo y mirando desde el balcón las vistas de Alicante de noche, eran bastante bonitas y hermosas para disfrutar.

𝓹𝓸𝓻 𝓯𝓪 𝓷𝓸 𝓽𝓮 𝓿𝓪𝔂𝓪𝓼... [𝓙𝓾𝓪𝓷 𝓟𝓪𝓫𝓵𝓸 𝓥𝓲𝓵𝓵𝓪𝓶𝓲𝓵]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora