Seventh

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Embarazada

Ronal parecía estar buscando las palabras para decirle a Neytiri el hecho del que ahora estaba completamente segura. La mujer Sully la dejó pensar, buscar las palabras, pero ella también estaba ansiosa.

—Ronal, por favor, ¿qué pasa? —preguntó la Omatikaya.

—Yo... Neytiri... —la Tsahìk cogió todo el aire que pudo para poder hablar sin balbucear, porque, ¿para qué negarlo?, tenía miedo por la reacción de Neytiri—. Estás..., lo sé bien, estás embarazada.

Neytiri se quedó estática en su sitio, observando el rostro de la Metkayina, buscando un atisbo de broma —de muy mal gusto, en su opinión—, sin encontrar absolutamente nada.

La Tsahìk estaba seria, más de lo que le habría gustado. Era cierto, era malditamente cierto. Estaba embarazada. No, no podía ser, era imposible. Ella no podía estar embarazada.

No, no, no, no...

—Mientes —dijo levantándose.

—No, Neytiri —pidió Ronal se estableció unos segundos después de la Omatikaya.

—Mientes —repitió mientras retrocedía un par de pasos.

Ronal la miró con compasión, tal vez incluso con dolor, y, de alguna manera, Neytiri encontró la fuerza para enfadarse, para rechazar los sentimientos que la Tsahìk le ofrecía.

La Omatikaya le enseñó los dientes a la Metkayina, estaba enfadada, ¿por qué estaba enfadada?, ¿por qué le gruñía a Ronal después de que la hubiera ayudado a volver a comer?

¿Por qué no podía aceptar su compasión?

—Neytiri, por favor —pidió Ronal intentando acercarse a ella, pero la Sully no le permitió dar otro paso.

—Yo. No. Estoy. Embarazada. Ronal, no —insistió levantando una mano, como si le pidiera que parara, cosa que la Tsahìk no hizo.

—Neytiri...

—No.

—Escúchame...

—¡No! —espetó, luego comenzó a alejarse, hecha un basilisco, esperando con todas sus fuerzas que Ronal no la siguiera, porque entonces correría.

La Metkayina la dejó ir, observando cómo se alejaba con demasiada rapidez para su gusto. Soltó un suspiro y una idea vino entonces a su mente. Neytiri la odiaría, eso estaba seguro, pero era por ella.

Volvió a la aldea con una valentía que no debería existir en ella en ese momento. Si Neytiri no la mataba, jamás volvería a hablar con ella.

Ronal sabía que la Omatikaya era una guerrera, que siempre lo había sido, pero por un momento, pensó, debería dejar de serlo.

Ronal sabía que la Omatikaya era una guerrera, que siempre lo había sido, pero por un momento, pensó, debería dejar de serlo

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Virago ||A history about Neytiri|| (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora