Afterglow - Tony Stark

014

Eira tuvo una pesadilla sobre esa noche. Se despertó respirando pesadamente y sudando frío. Parecía que no podía recuperar el aliento.

"Señorita Snow", escuchó a Jarvis desde arriba. "Parece que estás teniendo un ataque de pánico otra vez. Si respiras lenta y profundamente mientras cuento..."

Cinco segundos dentro. Cinco segundos fuera. Cinco segundos después... Siguió repitiéndolo hasta que pudo respirar normalmente con la ayuda de Jarvis.

Apoyó las rodillas en el pecho mientras miraba la pared con lágrimas en el rostro. No podría volver a dormir pero, aun así, estaba agradecida por la IA. "Gracias, Jarvis."

"De nada, señorita Snow", dijo antes de ofrecer. "Siempre puedo poner música suave por el altavoz si eso te ayuda a dormir".

"No", negó ella. "Esta bien."

No merecía un sueño tranquilo; De eso, estaba segura.

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Tony finalmente había destruido todas las armas que todavía estaban en manos de terroristas en el extranjero. Hubo una pequeña fiesta en su mansión para celebrarlo.

Con la gente eran un poco más cordiales entre ellos. Estaba sentada en el sofá de la sala principal; Había algunas personas sentadas entre ella y Tony, pero ahora estaban levantadas y mezclándose. Rhodey estaba enfrascado en una conversación con Pepper y Tony estaba libre por el momento.

Ella lo analizó a él y a los pequeños cortes en su rostro. Ella le dijo en voz baja: "Me alegro de que estés a salvo".

Ella se preocupaba por él cada vez que salía con su traje. Sabía que lo protegería pero no era infalible.

Él no la miró mientras respondía y tomaba un trago de su bebida: "Lástima que no puedas desear eso lo suficiente para otras personas, ¿verdad?"

Sus ojos brillaron por un momento antes de que Tony rápidamente abandonara su asiento para alejarse de ella. Ella parpadeó para secarse las lágrimas antes de extender la mano y tomar la bebida de la mesa (ni siquiera sabía qué era) y se la bebió. Y bebió todas las demás bebidas que le dieron.

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No estaba segura de qué tenía el alcohol, pero seguro que adormecía sus sentimientos. Fue agradable hablar con un tipo rico mientras se apoyaba contra la pared; las cosas parecían cambiar de otra manera si ella se movía de allí.

Tony estaba al otro lado de la habitación y tenía a dos chicas del brazo, pero estaba cada vez más furioso. Ella estaba allí y seguía sonriendo ante lo que sea que le estuviera diciendo el chico. Estaba enojado porque no le gustaba.

Estaba enojado por tener estos sentimientos y odiaba no poder hacerlos desaparecer. No quería volver a mirarla nunca más después de lo que ella le dijo pero no pudo evitar mirarla. Ella captaba su atención en cualquier habitación en la que estuviera. Lo enfurecía.

Mientras la miraba con creciente molestia e irritación, no pudo soportarlo más. Hizo algo muy cruel, pero en cierto modo quería hacerle daño porque su pasado lo había herido a él.

"Me gustaría hacer un brindis..." dio un paso adelante en voz alta.

Todos se volvieron hacia su atención y él levantó su copa mientras sus ojos perforaban los de ella mientras hablaba sarcásticamente: "Para Eira, una persona única que he conocido. Un ángel literal. ¿Verdad, Eira?"

"Amigo, ¿qué estás haciendo?" Rhodey lo cuestionó en voz baja por el tono completamente grosero que estaba usando.

Eira sintió que le picaban los ojos por la forma en que él la estaba llamando. Pero se mantuvo firme porque no podía soportarlo más, "¿Qué quieres, Tony? ¿Quieres que me sienta mal porque sabes que lo hago..."

"¡Quiero que te sientas culpable!", le gritó Tony.

"¡Soy culpable!" ella le gritó.

La habitación se convirtió en una pelea a gritos entre ellos y Pepper comenzó a sacar a la gente con los ojos muy abiertos. Obviamente necesitaban resolver por qué estaban enojados.

"Está bien, ustedes dos necesitan calmarse", Rhodey sostuvo sus brazos entre ellos para que retrocedieran.

"Crees que no me despierto en medio de la noche con pesadillas. ¡Sí, Tony!" ella gritó. "¡Cada noche!"

"¡Eso no es lo suficientemente bueno!"

"¿Que quieres que haga?" suplicó en voz alta mientras comenzaba a llorar y todo el alcohol hacía que el mundo se tambaleara. "¿Qué quieres? Si quieres que mi corazón deje de latir entonces dímelo y, créeme, lo hará..."

"Así será", gritó. "Lo haré por ti."

"Tal vez sí", dijo Tony impulsivamente con dolor.

Se agarró el pecho mientras respiraba con dificultad y puntos negros invadieron su visión. Su cuerpo se balanceó y dijo en voz baja: "Está bien, Tony..."

"Eira..." Tony frunció el ceño ante su extraña coordinación antes de que su mundo se volviera negro.

"¡Eira!" Tony saltó junto a Rhodey cuando su cuerpo comenzó a caer y sus instintos de protegerla se hicieron cargo. La tomó en sus brazos en el último momento pero ella no respondía.

"Eira. Eira", llamó mientras colocaba una mano suave en su mejilla. "Copo de nieve, necesito que me abras los ojos".

Rhodey se agachó junto a ellos y le tomó el pulso en el cuello. "Está viva".

"Pero Tony, si ella muere porque tú le dijiste que..." Rhodey sacudió la cabeza.

"Dije tal vez. Ella no puede morir si dijera tal vez", negó mientras instintivamente la acercaba más. "Ella no se está muriendo".