Afterglow - Tony Stark

09

Después de que ella le presentó su secreto a Tony, se quedaron con la pregunta del día. Si podía hacer eso, ¿por qué no escapó antes de la cueva?

"Solo lo hice una vez", explicó antes de agarrar su brazo con la cicatriz. "Cuando me dieron esto... simplemente sucedió. Todavía no sé muy bien cómo lo hice".

"¿Por qué no trataste de averiguar cómo, copo de nieve?"

"Bueno... en ese momento, había estado allí tanto tiempo que tenía miedo de irme", admitió antes de abrazarlo con fuerza. "Pero tú haces que no me asuste".

Tony sonrió de oreja a oreja mientras decía con orgullo: "Hago que no te asustes".

"No tengo miedo", estuvo de acuerdo ella, acurrucando su cabeza en su pecho mientras él la sostenía cerca y Tony sintió que su sangre estaba zumbando; como un subidón del que no quería volver jamás.

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Continuaron construyendo su nuevo traje. Pero Tony fue muy firme en el hecho de que nadie debería saber que ella tenía estos poderes. Sabía que la gente en lugares altos vendría tras ella por algo tan asombroso, queriendo su poder para sí mismos. En todo caso, la gente querría convertirla en una rata de laboratorio.

Pero ahora que Tony lo sabía, practicaría sus poderes todas las mañanas. Solo podía hacer cosas pequeñas como hacer crecer una flor, pero había aprendido a crear flores nuevas además de las caléndulas.

"¡Tony, hice una flor!" dijo emocionada mientras bajaba corriendo las escaleras hacia el taller.

Tony no pudo evitar mirarla con asombro. Estaba prácticamente brillando de alegría y esos ojos verdes eran tan brillantes.

"Pensé en ti cuando lo hice", dijo honestamente mientras sostenía suavemente una flor de dalia roja.

Tony realmente no sabía qué hacer con una flor, pero la tomó tan gentilmente como ella se la dio, "Es hermosa, Snowflake".

Ella sonrió antes de que él sonriera, "¿Así que soy tu musa?"

Ella se sonrojó antes de morderse el labio, "Si te digo que sí, no puedes dejar que se te suba a la cabeza..."

"Demasiado tarde. Ya lo hizo, ángel", él tenía la sonrisa más grande y ella negó con la cabeza.

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Tony apenas prestó atención a la pantalla. Sus ojos estaban en el ángel a su lado. Sabía que podría haber terminado el traje hace mucho tiempo, pero a menudo se encontraba distraído y mirándola mientras ella no miraba. La mayoría de las veces simplemente se maravillaba de lo hermosa que se veía y otras veces se preguntaba cómo llegó a ser. ¿Qué le dio la capacidad de controlar las flores?

Tenía estas preguntas en su cabeza y quería respuestas, pero estaba bien si no las obtenía. Ella podría ser su pequeño milagro perfecto del que no podía apartar los ojos. Hizo que todo el proyecto fuera lento, pero no le importó; podía captar su atención tanto como quisiera. De hecho, podría tenerlo todo.