Afterglow - Tony Stark

35

Habían pasado apenas un par de meses antes de que la Tierra recibiera una visita del espacio exterior. Ella estaba en ese momento en Nueva York con Tony en el nuevo edificio que funcionaría con energía limpia. Stark estaba cubierto por el edificio.

"La Torre Stark está a punto de convertirse en un faro de energía limpia autosostenible...", escuchó a Tony desde el monitor. En realidad, estaba con un traje de Iron Man en el océano preparando los toques finales que alimentarían el edificio.

"Bueno, suponiendo que el reactor de arco tome el control y realmente funcione", respondió.

"Supongo", dijo con confianza.

De repente, el edificio se encendió y las luces se encendieron nuevamente. Tony voló de regreso al edificio mientras sonreía: "Supones correctamente. ¿Cómo se ve?"

"Como Navidad, pero con más yo".

Puso los ojos en blanco cuando vio a Tony aterrizar en el rellano de afuera. Los rotores mecánicos comenzaron a quitarle el traje.

"Los niveles se mantienen estables, creo", dijo, mirando el monitor sobre la mesa, mientras él entraba.

"Por supuesto que sí. Yo estuve directamente involucrado", dijo mientras se acercaba a la mesa frente a la cual ella estaba antes de rodearla con sus brazos por detrás y besarle el hombro. "Lo que me lleva a mi siguiente pregunta: ¿Qué se siente al ser un genio?"

Ella se rió un poco: "No soy de ninguna manera un genio, Tony".

"¿Qué quieres decir? Todo esto salió de ti".

Ella se giró en sus brazos para recostarse contra la mesa mientras pasaba los dedos sobre el reactor de arco en su pecho. "Todo esto vino de eso".

—Sí, pero no habría podido hacerlo sin esa cara bonita que me motiva —sonrió.

Ella negó con la cabeza mientras se sonrojaba levemente. "No puedo creer que tengas tu nombre estampado en todo el edificio como si fueras un Dios".

Él se rió entre dientes: "Siempre podemos poner el tuyo en el próximo".

"No me gusta mi apellido", hizo puchero.

Se le ocurrió una idea y se sorprendió de lo mucho que le gustó. En realidad, quería que esa idea se hiciera realidad.

"Bueno, técnicamente, este podría ser tu nombre si te casas conmigo..."

Sus ojos se abrieron de par en par ante sus palabras y sintió que el corazón se le paraba en el pecho. Matrimonio. Ella lo miró con pánico.

"¿Me pediste que me casara contigo por capricho?"

"Sí", sonrió, "pero creo que ésta podría ser la mejor idea que he tenido jamás".

Podía sentir su corazón latir con fuerza cuando sonó el teléfono de Tony. Era Phil de SHIELD. Apenas podía concentrarse cuando Jarvis fue anulado y el ascensor se abrió para revelar al agente.

Ella era bienvenida a la distracción; cualquier cosa con tal de no darle una respuesta. Esto le parecía demasiado. Estaba demasiado sorprendida y no sabía cómo sentirse ante la posibilidad de ser Eira Stark.

Por supuesto, siempre había planeado casarse con Tony... en el futuro. Pero pronto sintió que era demasiado rápido. Solo quería estar con Tony ahora mismo y no preocuparse de que tal vez pudiera ser una mala esposa. ¿Y si no era buena en eso? ¿Y si él no la quería en veinte años? Tenía tantas dudas.

—Señor Stark —saludó Phil Coulson—. Señora Stane.

—¡Phil! —sonrió sin mucho entusiasmo mientras iba a saludarlo.

—¿Phil? —Tony la siguió como un cachorrito—. Su nombre de pila es Agente.

—Señorita Stane —dijo Phil sonriendo—. ¿Ha considerado la otra oferta de SHIELD?

Tony la miró y le preguntó: "¿Aún recibes ofertas?"

—Sí, lo hago —dijo ella sonriendo levemente—. A Fury le gusto.

Tony puso los ojos en blanco.

—Necesitamos que venga, señorita Stane —anunció Phil antes de mirar a Tony—. Y necesitamos que revise esto lo antes posible.

Phil le entregó un dispositivo a Tony y él lo miró con el ceño fruncido: "No me gusta que me den cosas a menos que sean de ella".

—Genial —Eira sonrió mientras lo agarraba y luego lo empujaba hacia Tony.

Lo agarró de mala gana antes de mirar a Phil. "El horario oficial de consulta es entre las 8 y las 5 cada dos jueves".

"Esto no es una consulta", anunció Phil.

"¿Se trata de los Vengadores?", preguntó Eira.

—Sí —respondió Phil—. Por eso necesito que vengas conmigo. Te queremos en tierra inmediatamente.

Lo que fuera que hubiera pasado parecía serio y aparentemente querían que ella fuera el centro de atención. Suspiró inquieta: "Está bien".

"Pensé que la Iniciativa Vengadores había sido descartada. Y ni siquiera cumplía los requisitos", anunció Tony mientras se dirigía al monitor para descargar el archivo de datos que le habían dado. "Aparentemente soy volátil, egocéntrico y no me llevo bien con los demás".

"Ya no se trata de perfiles de personalidad".

—Como sea —dijo Tony antes de llamar—. Snow, un segundo.

Ella le dirigió a Phil una mirada de disculpa antes de apresurarse hacia Tony. Hablaron en voz baja y él dijo en tono molesto: "¿Entonces te vas a ir porque te llama SHIELD?"

"Me parece algo serio y es lo que hay que hacer", reflexionó.

Tony miró el archivo de datos antes de hacer que todos los datos aparecieran sobre la tabla en cuadros azules transparentes. Sus ojos se abrieron de par en par al mirarlo: "Sí... parece bastante serio".

Tony la miró preocupado. "Creo que deberías quedarte aquí".

"Tony..." fue a discutir.

—Al menos, ten cuidado entonces —la interrumpió al darse cuenta de que convencerla de que se mantuviera al margen era inútil.

"Está bien", prometió.

—¿Al menos puedo obtener una respuesta antes de que te vayas? —dijo Tony en voz baja.

De alguna manera, aunque estaba a punto de adentrarse en un peligro que ni siquiera conocía, esto la asustaba aún más. Su corazón latía con fuerza ante el mero pensamiento.

—Lo pensaré —dijo ella antes de darle un casto beso—. Te amo.

Él sonrió, "Te amo más".

Ella sonrió con picardía: "Tendré que demostrarte que estás equivocado cuando todo esto termine".

"Estoy deseando que llegue ese momento", sonrió un poco y ella soltó una risita antes de marcharse.

Estaba a punto de convertirse en Vengadora, pero su mente estaba muy lejos de eso. Solo podía pensar en el nombre de Eira Stark.

Y COMIENZA AVENGERS ,debería poner una introducción pero siempre se me olvida así que dejémoslo