XII. SESIÓN DE ESTUDIO

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CAPÍTULO XII:

SESIÓN DE ESTUDIO

Abygail se levantó siendo un nuevo día, luego de una horrible pesadilla en la que veía el rostro horripilante del payaso que la había atacado, suspiró y decidió ser productiva

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Abygail se levantó siendo un nuevo día, luego de una horrible pesadilla en la que veía el rostro horripilante del payaso que la había atacado, suspiró y decidió ser productiva. Debía desinfectar su rostro.

No se cambió la ropa, simplemente entro al baño y se higienizó. Retiró el vendaje y observó la herida, la más pequeña ahora solo era una cáscara seca la cual había acostumbrado a arrancar de su piel, poco a poco ya se iba curando. Por otro lado, la más grande aún se veía un poco mal, así que debía desinfectarla para que no suceda nada.

Ella pensó en los perdedores mientras se observaba al espejo, pensó en la pelea que tuvieron y en como ella no pudo hablar con los chicos, únicamente con Beverly y Richie.

Pensó en Richie también.

Pensó en todas las veces en las que intentaron besarse y se sorprendió por como nada cambiaba, era extraño, ella tenía el sentimiento de que algo faltaba. Se dió cuenta que ya habían pasado una semana y un par de días desde ese suceso y ninguno se atreve a sacarlo a la luz.

Abby había empezado a salir más seguido con la compañía de Richie bajo la excusa de que "es peligroso salir sola". Si, lo era. Pero Richie lo usaba de excusa.

A él le gustaba estar con ella y cada tonta excusa servía para que estuviera cerca suyo.

Como la de hoy. "Hacer la tarea de verano".

Richie nunca había hecho tareas de verano. Pero Abby no lo sabía, así que estaba a salvo de ser descubierto.

Claramente, como Richie era un caballero, él se ofreció en ir a su casa para que ella no tuviera que caminar tanto. Que la casa de Abby estuviera sola era mera coincidencia.

Ahora mismo, Richie estaba frente a la puerta del hogar de la chica, peinando sus rulos con uno de sus dedos y asegurándose que su boca oliera bien. Simplemente para lucir presentable, no por otra cosa.

Él tocó la puerta y cuando ella abrió la vió.

Pantalones de pijamas rojo a cuadros, una camiseta ancha y su cabello atado en un moño desarreglado.

Él, en cambio, tenía puesto su camisa más nueva.

De todas formas sonrío muy feliz, esa ropa a ella le quedaba perfecta.

La chica se sonrojó al notar como lo había recibido, se hizo a un lado y lo dejó pasar. Él tiró su bicicleta a un lado del jardín y paso con una sonrisa boba, con su mochila colgada a un costado y casi cayéndose.

         — Hola Abby—, levantó su mano mientras cerraba la puerta detrás suyo. La chica chocó los cinco y él bajó la mano.—. ¿Dónde estudiaremos?

Killer queen ; richie tozier ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora