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Año nuevo, vida nueva... O al menos eso era lo que aseguraba aquel tonto dicho. Las horas seguían su trascurso, convirtiéndose en días y posteriormente, en meses.

Las cosas parecían volver a su normalidad. La inactividad de la banda fue un gran avance, pues mientras estuvieran fuera del ojo público, la marea se relajaba. No tenían prisa por grabar canciones o practicar nuevas coreografías, sin embargo, todos los integrantes lo hacían porque querían ahogar la naciente ansiedad que comenzaba a carcomer sus cabezas.

¿Dónde está Kim Seungmin?

La pregunta se hizo famosa unos meses después de año nuevo, entre los miembros y el staff. Siete de los ocho chicos de la banda se reunían periódicamente en la agencia como ya les era costumbre, sin embargo, fue la ausencia prolongada de su octavo compañero lo que los intranquilizó.

Bang Chan fue el primero en indagar, buscando respuestas de aquellos que consideraba amigos, pero desafortunadamente, no encontró más que problemas y una amenaza por parte de la cabecilla de su división.

Ninguno sabía del paradero del segundo menor. La carta no decía su destino y dejaba en claro que había sido mera decisión suya el desaparecer se la faz de la tierra. Pero claramente nadie le creyó. Su casa seguía vacía, no había tampoco señales de vida por parte de sus padres o de su hermana mayor, era como si la tierra se los hubiera tragado y ya no los hubiera escupido de vuelta.

Se sentían extraños, realmente perdidos. Les faltaba uno y el vacío estaba presente en sus estómagos. No podían practicar correctamente sus coreografías pasadas porque aquel hueco era bastante notorio. Y fue Minho el que sintió que toda la culpa recaía sobre sus hombros, porque fue él quien dio el primer paso. Había sido él el que decidió ya no callarse y expresar lo que sentía su corazón.

Estaba confundido y ahora no sabía si se arrepentía o no por todo lo vivido al lado de su menor.

—Woah.

La voz del maknae rompió el silencio de la sala de prácticas. Todos esperaban al líder para comenzar a calentar un poco, mientras tanto, cada uno se perdía en la basura digital de sus redes sociales.

—¿Qué pasa? —se interesó Hwang, sentándose a su lado.

—El soundtrack principal de la próxima película de Margot Robbie será interpretado por un idol —respondió, mostrando la nota en su teléfono.

—¿Harley Quinn tendrá una canción de kpop? —preguntó esta vez Felix, dejando su completa atención en el menor.

—No —negó—. Será una película romántica, dicen que tiene muy buenas expectativas entre el público estadounidense e internacional, así que nuestro colega crecerá bastante con esa oportunidad.

—Ni que lo digas... Ah, yo daría tanto por cantar una canción para Harley Quinn —expresó un soñador Changbin desde su lugar.

—¡Que no es Harley Quinn!

El de barbilla puntiaguda quiso responder, pero se detuvo cuando la puerta se abrió y su líder finalmente se asomó. Su rostro lucía cansado. Distraerse con música ya casi no le funcionaba y la desesperación de no tener a sus niños completos le empezaba a afectar en todo sentido.

Los chicos se silenciaron y se levantaron de sus lugares como soldaditos bien entrenados. Dejaron los celulares de lado y se colocaron frente al espejo, en espera de la luz verde de Bang Chan y las órdenes de Minho, aunque este estaba igual o peor que el primero.

—Tendremos un regreso para el siguiente año —soltó el mayor tan repentinamente.

Los ojos de todos se pelaron y lo miraron con asombro excesivo. Lo rodearon y tras una organización silenciosa el tercer mayor se dispuso a reprochar.

No Te Vayas [ Knowmin/2min ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora