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El tono de voz ajeno era profesionalmente suave. El amable hombre hablaba con paciencia, esperando ser entendido correctamente por el más joven de la sala.

Todo el equipo estaba presente. La llamada había sido sorpresiva y la situación actual parecía un sueño tan extraño y difícil de creer. Los ojos del castaño bailaban a través del salón. La gente miraba con atención al que hablaba. Había una presentación digital detrás suyo donde se planteaba un tema y un cronograma. Las palabras bailaban y bailaban y no se detenían. Él entendía lo que querían decir, pero no se encontraba lo suficientemente cuerdo para comprender que estaba en una agencia americana, con un contrato mirándolo sobre la superficie de la mesa de cristal templado.

—Creemos que tu voz tiene mucho potencial para estos temas rítmicos tranquilos y románticos..., al escuchar Close to you, lo pudimos confirmar.

—¿No supone un problema para ustedes la controversia en la que se vio envuelto? —indagó la representante del staff, con el mayor cuidado posible.

Seungmin dejó su atención completa en el hombre trajeado que se encargaba de hablar. Este le sonrió y negó con la misma calma del inicio. No se mostró escandalizado, mucho menos preocupado.

—Entiendo que Corea aún es un país muy conservador, pero las preferencias sexuales de la gente ya no son un tabú por estas tierras, así que no, no afectaría en la promoción de la película, además, Margot se mostró genuinamente encantada con los covers en solitario subidos a YouTube, creo que eso es más que suficiente para hacerles saber lo interesados que estamos para que seas la voz de la canción principal —concluyó, dirigiendo la mirada al chico.

Seungmin aún se sentía levitando. No entendía en qué momento había llegado ahí, pero su corazón le palpitaba con ganas, dejándole saber que no había pizca alguna de temor, en realidad se sentía tan orgulloso y feliz de él mismo. Sabía que no había sido una meta suya y eso todavía la hacía una oportunidad maravillosa. Tomó aire y suspiró, bajando la mirada a las hojas frente a él, luego volvió a subir la mirada hacia el hombre que no había dejado de mirarlo. Le sonrió amenamente y asintió despaciosamente. 

—Quiero hacerlo —aceptó.

La gente de la agencia americana celebró. Todos sonrieron y le agradecieron por aceptar. Seungmin leyó atentamente los documentos, sintiendo en todo momento la mirada de los abogados que le acompañaban como medida de seguridad. Una vez hubo terminado, dio fe de lo leído y finalmente se celebró la firma del ansiado contrato.

—Estoy seguro de que haremos un buen trabajo —concluyó el mismo hombre.

Finalmente el personal del staff y Seungmin salían del edificio. Cada uno comenzó a irse por su lado hasta que quedaron Kim y la señorita Lim. La mayor había estado del lado del castaño, aunque este a veces se mostrara hostil.

Poco a poco había podido acercarse al menor, pláticas vagas y sin mucho interés por parte del chico, se volvieron eventualmente en charlas más desarrolladas y activas. Hasta el punto en que podrían decirse que eran cercanos. Seungmin estaba agredido con ella por eso. En un inicio creyó que aquel viaje se volvería un infierno donde se le vería obligado a despojarse de un sentimiento aferrado en su pecho, sin embargo, el acercamiento con aquella chica fue pacíficamente una ayuda, que le permitió levantarse a su ritmo, sin amenazas ni desesperos.

—¿Vamos al café?

—De acuerdo —aceptó.

Ambos ingresaron al auto de la mayor en iniciaron su viaje hacia el primer café que encontraron. Se instalaron en el local y perdieron sus órdenes, disfrutando del armonioso clima de la mañana. Tomaron asiento en uno de los lugares vacíos en el fondo de la cafetería y se sentaron con tranquilidad.

—¿Estás nervioso? —indagó la mayor.

—Un poco, sí —torció los labios en un gesto preocupado—. ¿Cuándo podremos volver?

La azabache suspiró, dando un sorbo corto a su café.

—No creo que podamos volver pronto, la agencia quiere aprovechar que estás aquí, así que querrán hacer un poco de publicidad para la película contigo presente... además...

—¿Él está dando problemas?

—Según la señora Choi, sí... Minho está siendo muy rebelde, me dijo que lo atraparon merodeando por tu casa para confirmar si estabas de regreso.

Seungmin bajó la mirada, dando un tímido y pequeño sorbito. Sus mejillas se sonrojaron ante el mero pensamiento de su mayor visitando una casa vacía en medio de la noche.

—No puedo dejar de extrañarlo, noona..., en realidad, ni siquiera sé si voy a poder soportar tratarlo como un compañero cuando vuelva —se sinceró—. Tenemos un historial... hermoso.

La mayor le miró encantada. Lo entendía, había leído las letras y los escritos que el chico había redactado durante esos meses. Y podía confirmar que efectivamente, sus sentimientos seguían intactos a pesar de la distancia y la incomunicación. De cierto modo, admiraba la tenacidad del castaño, la intensidad de sus sentimientos y el poder con el que expresaba. Era una mina de oro, ciertamente, pero también era un ser humano, uno que estaba siendo obligado a renunciar a la felicidad de su corazón.

Le tomó las manos con cuidado y las abrazó con las propias. Le sonrió con cariño y ejerció un poco de presión en el gesto.

—Sé que los dos tienen una linda historia y escúchame, no tienes porqué hacer de esos recuerdos una pesadilla.

Seungmin le sonrió de vuelta y devolvió el apretón con un suspiro melancólico de por medio que hizo a la otra levantar las cejas, confundida.

—Noona.

—¿Qué pasa?

—Yo... me vi con un hombre a tus espaldas hace unos días... uh... se enteró de mi sanción en la agencia y me propuso firmar contrato en P Nation.

El silencio los envolvió. De pronto se hicieron ruidosas las pláticas bajas de los demás clientes a su alrededor. Y el tiempo se distorsionó en torno al castaño. Ya lo había hablado con su hermana y ella misma le aconsejó que lo hablara con Lim, pero ahora parecía arrepentirse porque el silencio de la otra lo estaba desesperando.

—¿Le diste una respuesta?

—Yo..., le dije que lo pensaría, y realmente lo estuve pensando —le miró con el rostro, tragando tanto aire como fue posible, esforzándose para mantenerse sereno—. Noona, voy a aceptar la propuesta, después de terminar con este contrato.

No Te Vayas [ Knowmin/2min ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora