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Un mes había sido suficiente para armarse de valor y mudarse nuevamente al departamento que compartía con sus compañeros. Quiso evitarlo a toda costa, pero se volvió imposible para él cuando su viaje a la agencia se incrementó a más de una hora por el tráfico.

Así pues, ahora se estaba debatiendo seriamente sobre la necesidad de ir o no al baño. Eran las 2:00 am. El departamento estaba en silencio y todo parecía estar tranquilo, salvo por el pequeño detalle de que el baño quedaba al costado de la habitación de su mayor y por ende, debía acercarse y aunque no quisiera, el silencio de la noche era tan profunda que hasta sentía que sus respiraciones eran increíblemente ruidosas.

Los recuerdo de sus citas, de sus noches compartidas y de todos aquellos momentos, se hicieron presentes. Era inevitable y lo entendía, pero no podía dejar de sentirse incómodo. Le era desagradable tener miedo del mayor, principalmente al cómo pudiera reaccionar. Todos los muros a su alrededor gritaban disconformidad y la sensación solamente aumentaba cuando lo pensaba más y más. Desafortunadamente, el dolor en su vientre, le hizo saber que debía tragarse su miedo en ese momento, debía vaciar la vejiga o definitivamente iba morir de peritonitis.

Se levantó de la cama colocándose las pantuflas, respiró hondo y salió lo más silencioso que pudo, tratando además de ser lo más rápido posible. Mas la felicidad de su éxito se vio menguante cuando al salir del baño, la puerta principal se abrió y el mayor se adentró. Nuevamente sus ojos colisionaron con los otros, ahogándose en una burbuja en la que solamente podían hablar con la mudez de sus pupilas porque la lengua se les trababa y pesaba intentando decir lo que les pedía el corazón.

—¿Saliste? —se atrevió a indagar el menor.

—Sí —respondió, encaminándose a la cocina.

Seungmin escuchó el ruido de las tazas chocando y algunos platos. Miró hacia el pasillo de las habitaciones de sus compañeros y ninguno de los dos parecieron verse afectados por ello. El comportamiento le supo extraño puesto que en ninguno de todos esos años, el mayor no había presentado tales conductas de salir en plena madrugada.

Se mordió el labio y peleó contra sus impulsos para no terminar cayendo en la trampa y entrometerse donde no le llamaban. Los días habían pasado y su relación con el mayor seguía siendo extraña y ridículamente sofocante.

—Provecho —le dijo, antes de volver a su habitación.

🌧️🌧️🌧️

Seungmin bajó su botella de agua y miró con atención a los otros dos que le acompañaban en la mesa.

—¿Desde cuándo Minho-hyung sale por la madrugada?

—Desde que te fuiste —respondió Felix.

—Salía a buscarte a tu casa y ahora ya es una costumbre —agregó menor—. Nosotros ya estamos acostumbrados, pero es extraño que apenas te des cuenta de ello.

Seungmin iba a replicar algo, pero la puerta se abrió y el resto del grupo se integró. Todos se sentaron en el suelo y el mayor se detuvo frente a ellos. Kim fue atrapado por brazos de Jisung y se quedó más tranquilo, sabiendo que su mayor se veía menos intranquilo con su presencia en la misma sala, incluso cuando su reencuentro en la madrugada no había sido la gran cosa.

—La lista de las canciones ya está lista, tengo demos preparados, así que sería un buen momento para escogerlas —explicó brevemente el líder, dirigiéndose a la computadora de la sala.

—¿Cuándo empezaremos a grabar? —se interesó Hyunjin.

—La semana siguiente, me gustaría probar sus voces para comenzar a hacer la división de líneas —explicó brevemente.

Todos evitaron rodar los ojos cuando sonó la puerta. La misma cara orgullosa de hace días se presentaba nuevamente y aunque Jisung apretujó a Seungmin, no tuvo de otra más que resignarse a soltarlo.

—¿Otra vez? —preguntó Bang con evidente fastidio.

—No te lo quitaré mucho tiempo —prometió—. Además, Kim Seungmin es lo suficientemente habilidoso como para ponerse al corriente con todo lo que sea que hagan en estos días.

El nombrado se mordió la lengua y evitó comentar algo al respecto, dedicó una reverencia completa hacia sus compañeros y luego salió. La mujer le siguió por atrás, aún sin borrar su brillante gesto, si le preguntaban, ella podría asegurar que nadie sería capaz de borrarle la sonrisa.

—Tienes una buena demanda de entrevistas —informó, orgullosa—. El interés del público para contigo aumentó mucho después de que la señorita Robbie hablara maravillas sobre ti, ¿de verdad sigues queriendo irte de aquí?

—Mi decisión ya está tomada, señora Choi, mi contrato con ustedes terminará apenas terminen las promociones de la película.

—¿Por qué eres tan necio, niño? —se quejó—. ¿Te das cuenta de que estás mandando a la mierda el ascenso de tu carrera artística por tus compañeros? Hablando más específicamente de ese inmaduro amado tuyo... piénsalo bien, Seungmin, debutarás como solista, tendrás todo el crédito para ti sólo, ¿qué artista no quiere eso?

—Yo —escupió, deteniendo sus pasos—. Yo no quiero separarme de mis compañeros porque son mis hermanos, crecí con ellos y es como quería seguir hasta el último momento, pero no soy egoísta.

—Empezarás desde cero si te vas —le encaró.

—Lo sé y será mejor así, sin tener que arrastrar con pesares en la espalda, ¿no lo cree?

Entonces la sonrisa arrogante se tambaleó. Las orejas de la mujer se enrojecieron, pero trató de mantener la postura.

—Sigue evaluando las oportunidades, Minnie —alentó, retomando su camino.

No Te Vayas [ Knowmin/2min ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora