capitulo 11. Mamá

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Caminé de vuelta a casa hecha un desastre, pero nadie se dio cuenta de que me había escapado. Había quedado en ver a Sam otra vez, y me gustó su compañía; Lo sentí como un hermano mayor. Fue un sentimiento extraño, nunca había tenido un hermano mayor, aparte de Renesmee ahora.

Me quité la ropa que tenía y la escondí; Estaba toda sucia. Entré en el baño porque olía a perro mojado, cuando de repente sintió que alguien abría la puerta del baño.

Bella: ¿Lizzy? sonido de puerta abriéndose

Era Bella quien me llamaba. No sabía si contestar porque ya podía hablar. ¿Deberías hacerlo? o sorprenderlos en otro momento. Pero opté por hacerlo, quería ver la cara que ponía Bella cuando le hablara.

¿mamá? -dije tiernamente.

Vi cómo los ojos de Bella se agrandaron.

Bella: (con sorpresa) ¡Lizzy! ¿Puedes hablar? ¡Eso es estupendo, cariño!

Bella miró hacia atrás, sé que Edward también escuchó, lo escuché acercarse

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Bella miró hacia atrás, sé que Edward también escuchó, lo escuché acercarse. Bella me tomó de la bañera y me cargó.

Cumplí mi objetivo.

Sabía que Bella preguntaría por qué estaba en la bañera, así que desvié la atención a mis primeras palabras con ellos; ¿Qué mejor distracción que eso? Arqueé una sonrisa hacia Bella y Edward, y dije:

Hola, papá - mientras movía mis manitas hacia Edward.

Edward se sorprendió y me regaló una sonrisa de orgullo.

Edward se sorprendió y me regaló una sonrisa de orgullo

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Tengo hambre -dije, lo cual era del todo cierto. Había sido una noche muy larga, y quería llenar mi barriga con un bocadillo nocturno.

Bella me miró fijamente y me preguntó qué quería. Quería ser más traviesa y dije:

Quiero comida de mamá Esme.

Edward soltó una risita. Sabía lo que había pensado, así que también sonreí.

Edward: Si eso es lo que quieres, vamos a visitar a Esme.

Solo lo miré y asentí.

Hablar era un poco complicado, no sabía por qué. Bella se quedó con Renesmee, no quería despertarla. Edward y yo llegamos donde Esme, quien al sentir nuestra presencia nos recibió junto a los demás. 

Edward le explicó a todos lo que pasó. Esme se puso contenta y junto a Rosalie me llevaron a la cocina para preparar algo para mí. Todos esperaban un comentario o respuesta mía. Decidí hacerme la misteriosa y no hablar por el momento, pero digamos que no fui muy paciente.

Así que dije:

Tía Rosalie, ¿me puedes bajar?

Sin expresión en mi rostro, Rosalie me miró fijamente. Pude ver cómo sus labios se abrirían para decir algo, pero no dijo nada y me bajó.

¿Así está bien? -dijo mientras me arreglaba la ropa.

Asentí con la cabeza, y los demás sonreían. Quería molestar un rato y me dirigió hacia jasper. Alcé mis manitas hacia él para que me cargara. No dudó en cargarme, dándome una gran sonrisa. Lo miré fijamente y luego toqué su frente para decir:

Jasper, ahora eres mucho mejor que eso.

Doblé mi cabeza hacia un lado, dando una expresión de complicidad. Esme se quedó observándonos, mientras edward abría mucho los ojos el sabia por que dije eso, pudo escuchar los pensamientos de jasper tal como yo lo había hecho.


pov bella 

Me acerqué sigilosamente al cuarto de las niñas, para asegurarme de que estuvieran bien, pero sobre todo para verificar el bienestar de Lizzy. No podíamos sentir su presencia, y eso me hacía preocuparme aún más por ella. La observó en su cama por un momento, y cuando noté que no estaba allí, una punzada de temor me recorrió.

Mis sentidos se agudizaron y pude oír el sonido de gotas de agua que caían en el baño. Mi preocupación inicial dio paso a una sensación de alivio. Sabía que no era típico que Lizzy respondiera, pero eso no me detuvo de intentarlo.

(con voz suave y esperanzada) ¿Lizzy?

Para mi asombro y alegría, llegó una respuesta. Una voz tierna, como un susurro, pero claramente audible, me contestó. En ese momento, sentí una inmensa felicidad y alivio, como si el mundo entero se iluminara ante mí. Había sido capaz de comunicarme con mi pequeña hija de una manera que nunca pensé posible. Una sonrisa amplia y radiante se extiende por mi rostro.

Continué cargando a Lizzy, quien ahora se encontraba en mis brazos. No pude evitar emocionarme aún más cuando, en un momento de sorpresa y alegría, llamó a Edward "papá". Era un momento tan hermoso y significativo que mi corazón parecía estar lleno de gratitud y amor.

Volteé para ver a Edward, que estaba cerca de mí, escuchando el dulce sonido de la voz de Lizzy. Sus ojos dorados brillaban con asombro y amor, reflejando mis propios sentimientos en ese momento.

Escuchar esas palabras de sus labios... "papá"... fue uno de los momentos más hermosos de mi vida. Mis preciosas hijas, Renesmee y Lizzy, junto con mi familia, son el regalo más precioso que Dios me ha dado en este mundo.

Mis pensamientos se inundaron de gratitud y amor mientras disfrutaba del abrazo de mi pequeña Lizzy y la presencia tranquilizadora de Edward a mi lado. Sabía que enfrentaríamos desafíos únicos como familia, pero estos momentos especiales nos recordaban que estábamos unidos por un amor inquebrantable.

Fin de pensamiento de Bella.

pov edward

Observé a Bella con admiración mientras ella se acercaba al cuarto de las niñas. Sabía cuánto le preocupaba Lizzy y cómo se sentía al no poder rastrearla como lo hacía con el resto de nosotros. Estaba dispuesta a apoyarla en cualquier forma que pudiera.

Cuando Bella se detuvo en la puerta del baño y preguntó por Lizzy, estaba seguro de que no recibiría respuesta. Pero entonces, ocurrió lo inesperado: una voz tierna y delicada sonó en el aire. Me quedé completamente asombrado y emocionado al escuchar a Lizzy responder.

(susurrando con emoción) Bella...

No pude evitar sonreír al ver la expresión de felicidad en el rostro de Bella. Era un momento verdaderamente conmovedor y especial. Ella había logrado algo que parecía imposible, y mi corazón se hinchó de orgullo por ella.

Mientras Lizzy llamaba a Bella "mamá" y luego a mí "papá", sintió una oleada de amor y gratitud abrumadora. Sabía que estos momentos eran los que atesoraríamos como padres. Nuestra familia, con todas sus particularidades, era nuestro mayor regalo, y cada día era una bendición.

Nunca dejo de sorprenderme la fuerza y ​​el amor de Bella. Este momento, con Lizzy hablándonos, es un recordatorio de cuán excepcionales son nuestras hijas y cuán afortunados somos de tenerlas. Como padre, mi corazón rebosa de amor y gratitud por esta familia que hemos creado juntos.

Me mantuve cerca de Bella y Lizzy, disfrutando de la calidez de su presencia y la sensación de unidad que llenaba la habitación. No importaba lo que el futuro nos deparara; Sabía que lo enfrentaríamos juntos como una familia unida por el amor inquebrantable que compartíamos.

Fin de pensamiento de Edward.

Mi vida como la pequeña Cullen (en corrección ) ♥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora