Mi vida como la pequeña Cullen (en corrección ) ♥

Capitulo 22: Un ultimo suspiro.

La escena era un completo caos. Los vampiros de ambos lados se enzarzaban en una batalla caótica, y mis padres tenían dificultades para llegar a Aro debido a la maraña de enemigos que los rodeaban, como si fueran abejas persiguiendo a un intruso en su colmena o mas bien se asemejaba al caos de una batalla épica, como si estuviéramos en medio de una película de alta tensión. Era como si mis padres estuvieran atrapados en un enfrentamiento al estilo de "El Señor de los Anillos", rodeados de enemigos que avanzaban desde todas direcciones, luchando por alcanzar su objetivo.

Mi corazón latía con fuerza mientras observaba el campo de batalla. Todo se desarrollaba como en la visión de Alice, y supe que debía hacer algo. No podía permitir que ninguno de mi familia o amigos muriera. No lo permitiría mientras yo estuviera con vida. Era una promesa que estaba dispuesta a cumplir, sin importar las consecuencias.

 *15 minutos en el presente*

Podía ver una extremidad de mi cuerpo en el suelo, aunque dolía, no lo suficiente como para gritar. Observé a todos con miradas conmocionadas y de horror.

Mientras caía en la nieve fría, sentí mi sangre correr por mis mejillas y cómo mi corazón dejaba lentamente de latir. ¿Era este el precio a pagar por proteger a mi familia? Si era así, lo aceptaba. Daría mi vida una y otra vez si fuese necesario.

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La nieve bajo mí se teñía de rojo con mi sangre, y la idea de no volver a ver a mi familia me invadía. ¿Estarán bien? ¿Se resistirán a mi olor? No sentí hostilidad ni pasos apresurados, todo estaba en silencio. Solo podía escuchar a mamá diciendo mi nombre una y otra vez, pero no podía escucharla bien.

"Mamá", dije entre cortado.

"No te preocupes, estaré bien, estaré bien", le aseguré, sabiendo que no sería de esa manera, pero quería tranquilizarla.

Sentía que mi cuerpo se enfriaba lentamente. Estaba atrapada en un momento en el que las palabras no eran más que susurros distantes y mi visión se desvanecía. Era como si estuviera en ese emocionante capítulo de "Stranger Things", en la temporada 3, cuando Max despide a Billy. 

—Por favor, Lizzy, despierta. No cierres los ojos, por favor —mamá decía, con palabras angustiadas y desesperación.

Mis pensamientos se entrelazaban con la incertidumbre sobre el bienestar de mi familia y amigos. El miedo a no volver a verlos, a la idea de que quizás mi sacrificio no fuera suficiente, se apoderaba de mí.

pov bella

La nieve bajo mí se teñía de rojo con la sangre de mi pequeña Lizzy, y mi mundo se desmoronaba. Mi corazón latía con una mezcla de desesperación y temor.  ¿Por qué esta pesadilla ha llegado a nosotros?

No podía oír nada más allá de los latidos apresurados de mi propio corazón(hipotéticamente) y la voz desgarrada de Edward mientras intentaba mantener a raya el pánico. Estábamos en un rincón oscuro de un mundo que se desmoronaba. La vida perfecta que habíamos construido parecía desvanecerse en un abrir y cerrar de ojos.

Las palabras angustiadas de Lizzy retumbaban en mi mente, y suss lágrimas caían como un río desbordado. Sentí que el frío se adentraba en mi alma y mi cuerpo, helándome hasta la médula. ¿Por qué? ¿Por qué mi hija tenía que enfrentar esto? Era injusto, insoportable.