A sus 19 años, Minghao debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, X...
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Minghao se rescostó sobre la cama, quitándose su propia camisa en el proceso, Jun querá tirarse sobre él y besarle hasta que sus labios sangranra, pero internamente estaba recordándose que debía calamrse. El omega sentía como su ropa interior empezaba a mojarse debido al lubricante que empezaba a escurrirse entre sus glúteos debido a las feromonas que el alfa había empezado a esparcir debido a la excitación de su celo; Jun no tardó en subirse sobre él, apoyándose en sus codos para no llegar a lastimarlo.
—Q-Quiero...
—Haz lo que quieras.— Interrumpió el alfa, acariciando sus mejillas con una de sus manos.
Jun se acercó hasta la pretina de los pantalones de pijama, se sentía excitado con el simple el aroma que había empezado a desprender Minghao, casi arrancó sus pantalones, llevándose consigo la ropa interior del omega quien al instante se quejó por lo gélida que se sentía la habitación, a pesar que ambos cuerpos estaban ardiendo en ese momento. Necesitaba el calor de su alfa.
—J-Jun— jadeó, encorvando un poco su espalda cuando el alfa gruño en respuesta.
Una mano traviesa de Jun se abrió paso entre sus glúteos, llegando hasta su entrada, se sentía caliente y mojada, tanto así que su miembro dio un salto ansioso y su alfa aulló desesperado, él volvió a gruñir con el pensamiento de estar allí adentro pronto. Se quitó la ropa sin cuidado, logrando rasgar su camisa y parte de sus pantalones por el sonido que escuchó cunado los aventó lejos.
—Tranquilo, Jun— murmuró Minghao, su voz delataba por completo que tan afectado se sentía por el celo del otro. Acarió sus brazos con cuidado, soportando la necesidad de clavar sus uñas allí.
Sin embargo, Jun parecía no escuchar, sus ojos para ese punto eran rojos y sus colmillos habían empezado a salir. Era claro que su animal ya tenía el control Minghao se sintió un poco feliz cuando el alfa abrió sus piernas nuevamente, apreciándolo e intentando ser cuidadosso. Era claro que también lo aceptaba como su omega.
—Umm— se limitó a decir el castaño.
Minghao lo observó en silencio, mordiendo su labio inferior luego debido al calor que empezaba a sentir, las feromonas de Jun no eran para nada un juego y sabía que las suyas tam'poco por la forma en la que estaban llenando la habitación. Jun bajó su mano hasta los glúteos de Minghao, empapándolos en el proceso de su lubricante y luego, introduciendo dos de ellos de golpe, haciéndolo gemir en alto por lo sorpresivo que había sido.
Minghao se aferró a la sábana bajo de su cuerpo con fuerza, sintiendo el placer recorrer su cuerpo, miró a Jun, era claro que estaba controlándose mucho, luego miró también su mano empezando a masturbar su miembro y se sorprendió, no lo recordaba tan jodidamente grande.
El alfa se lanzó sobre los labios del omega, besándolo con fuerza y necesidad, todo entre gruñidos, parecía en verdad estar esforzándose mucho por mantener el control, Minghao por su parte enredó sus manos alrededor de su cuello, dejando delicadas caricias por el trayecto.
