Abrió sus ojos y lo primero que vio fue a Jun dormido a su lado con Jay también dormido en su pecho. Acarició el cabello de su pequeño hijo, antes de ponerse de pie para preparar el desayuno, según el reloj eran las diez de la mañana y agradeció que el alfa se hubiese despertado la última vez que su hijo lloró.
Después de estar en la cocina, preparó un huevo con jamón, pues realmente no quería hacer mucho ese día. Sirvió un poco sobre un plato para comerlo antes de vestirse, pues ese día irían por los resultados de paternidad y había arreglado todo para dejar a Jay con sus padres, buscando no hacer más complicada la situación.
Bostezó, sintiendo aún todo el sueño recorrer su cuerpo, pero aún así vertió un poco del huevo sobre otro plato más, así como también un par de tostadas y echó algo de leche en un vaso, ese sería para Jun, así que se apresuró a terminar su desayuno para poder llamar al alfa.
—Entonces tu papi dijo "Oh, Jun, eres el hombre más guapo del mundo, tengamos Jaycitos juntos"— explicó el alfa, su voz sonaba adormilada y sus ojos permanecían cerrados mientras se acercaba a la cocina —Y no me quedó más que aceptar— volvió hablar, entregándole en brazos al pequeño Jay que tenía los ojos cristalinos.
Minghao rió y no solo por la expresión cansada del alfa, sino porque comprendió que despertó debido al pequeño Jay seguramente queriendo comer también.
—¿Qué demonios dices?— preguntó divertido, notando como el alfa agitaba el biberón del pequeño.
—Le cuento a nuestro hijo cómo surgió su creación.
—No seas idiota, tiene dos meses.
—Mejor temprano que nunca— bromeó el castaño, bostezando luego.
Minghao rodó los ojos, extendiéndole su desayuno y levantándose con su pequeño hijo en brazos algo desesperado por el biberón que le fue tendido en ese momento.
—Vamos, cielo— mumuró en dirección al pequeño —Dejemos a tu padre comerse todo como el cerdo que es.
—¿Después puedo comerte?
Minghao sintió sus mejillas tornarse rojizas, mientras cubría como podía los oídos de su hijo.
—¡Jun!— le regañó —No con Jay aquí.
Escucho al más alto soltar un par de carcajadas, mientras él se iba a la habitación para arreglarse no solo él, sino también las cosas de su bebé. Una vez allí no tardó en darle su biberón, mientras dejaba en la cama algunas prendas para el pequeño y también para él, también tiró su pañal y un par de cremas que usaría. Cuando Jay estuvo lleno, le cambió su pañal por el limpio que había separado, lo vistió con un oneisie que le cubría hasta los pies, de manga larga, sobre su cabeza puso un pequeño gorrito azul con estrellas blancas que hacía juego con sus prendas azules.
ESTÁS LEYENDO
Ven aquí, y ámame ☆ Junhao
FanfictionA sus 19 años, Minghao debería estar apoyando a su banda favorita, yendo a centros comerciales a mirar la ropa de temporada que ha llegado, o estar juntando dinero para su graduación de preparatoria. Pero no, a sus cortos -o largos- 19 inviernos, X...