❝💎: IV

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El omega pelinegro guardó los libros necesarios en su mochila para poder irse de una vez a su casa, luego, de camino a la salida se despidió de la mujer encargada con una sonrisa bastante amable

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El omega pelinegro guardó los libros necesarios en su mochila para poder irse de una vez a su casa, luego, de camino a la salida se despidió de la mujer encargada con una sonrisa bastante amable. En sus manos llevaba un hotdog, uno que Jun tuvo la decencia de hacerle después de dejarlo sin cena la noche anterior, ni siquiera sabía de dónde el alfa sacaba dinero o comida, pero mientras tuviera para comer está bien.

Quitó el papel que envolvía su comida dispuesto a darle una mordida, o eso quiso hacer hasta que un olor fuerte a alfa lo rodeó, era como frutos rojos, lo cual era agradable para su nariz.

—¡Minghao, espera!— Hansol-alfa se acercó a él, por su espalda. Era un primo de Jun, un año menor que ellos —Tengo que darte esto.

—Buenas tardes, Hansol.— le saludó amable.

Por lo que Minghao sabía, Hansol era un alfa amable y bueno como Mingyu, así que por eso lograba sentirse tranquilo con él cerca. Sus ojos eran bastantes oscuros y profundos y su cabello plateado, pero nada se comparaba con lo pálido de su piel, Hansol tenía su cara bien marcada, aunque sus facciones de chiquillo no se perdían.

—Buenas tardes, Minghao.— replicó algo animado —Mira, la señorita Park te envía esto.— le entregó un papel bien doblado— Si aceptas, debes firmar ahí, en la línea de abajo.

Minghao abrió el papel, encontrándose allí con una nota, donde la maestra le pedía el favor al omega de darle asesorías a Hansol de álgebra. Minghao torció sus labios, mirando el rostro esperanzado del peliplateado.

—¿Qué tanto lo necesitas?— le dio una mordida a su hotdog, terminando por hablar con la boca llena.

—Bastante, este no ha sido mi mejor semestre.

—¿Cuál es la calificación de tu último examen?— inquirió, apoyándose en una pierna y mirádole fijamente.

—Un... ¿25 de 100?

—Estás jodido— bromeó Minghao

—Gracias.— replicó divertido y entre risas —¿Entonces? ¿aceptas?

—Está bien, lo haré solo déjame... —comentó, moviéndose para buscar dónde dejar su comida —Sostén esto un momento.

—Claro.—  aceptó Hansol de inmediato, tomando el hotdog con una sonrisa bastante boba en los labios.

—¿Tienes un lapicero?

Hansol asintió, para luego buscar en el bolsillo de su mochila, donde no tardó en sacar uno de tinta negra y luego se lo entregó a Minghao, para observar como este rápidamente lo tomaba, firmando con algo de dificultad, pues estaba utilizando como soporte su propia mano.

—¿es todo?— preguntó, tomando de vuelta su comida y llevando una mano a su vientre de forma inconsciente, pues en ese momento solo quería llegar a casa y dormir.

Ven aquí, y ámame ☆ JunhaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora