Ilícito | tom kaulitz.

Prefacio

"Hasta la mejor persona se cansa de mover montañas por quien, por ella, no mueve ni una piedra."

Y yo me había cansado de mover bosques por Tom Kaulitz.

Su regreso no cambiaba nada. Yo lo había comenzado a superar desde que salió por la puerta de mi casa, aquel día que no le importó hacer de mi corazón trozos que ya ni encajaban entre ellos.

No, miento.

Si que cambiaba algo.

Iba a hacer de todo por demostrarme a mi misma que podía tenerlo entre mis redes, suplicando por mi así como lo hice yo en el pasado. Me iba a adueñar de su corazón, de su cuerpo y de su alma, para después hacer que se lamente por involucrárse con la niña a la que consideraba su hermana.

—¿Por qué te desearía yo? Si eres simplemente una niña. —Tom sonaba molesto, pero parecía que era más consigo mismo por desear a esa chica de una manera que creía casi imposible.

—Que lo digas mientras miras las tetas de esta niña es muy contradictorio, ¿no crees? —Los labios de Katherine se curvearon hacia arriba con altanería, mientras Tom solo podía negar frustrado, ocultando sus verdaderas y sucias intenciones por el bien de su familia.