4 | mask on

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Tom

Todo estaba empeorando. Hablé con Kira antes de marcharme a casa de la mansión Dashkov. Ella me aclaró que no era un impedimento casarse conmigo, porque hacía tiempo que yo le venía gustando. Que nunca se acercó a mí porque Katherine la amenazó y que por eso se llevaban ahora tan mal.

Sinceramente no sé qué creer, porque por un lado no me imagino que la Katherine que conocí fuese tan malvada o obsesiva, pero si que me lo puedo esperar de la de ahora.

De todos modos, no le dije nada, quedándome al margen porque no le iba a decir que yo sentía lo mismo, cuando no era así, ni tampoco podía aclararle lo contrario por si se enojaba y mandaba todo al carajo.
Maldigo la charla que me dio mi madre antes de venir a esta maldita cena.

—No voy a casarme con ella, mamá. No hay discusión ni debate en eso —Soñé seguro, pues jamás cometería tal locura, ni aunque estuviésemos al borde de la quiebra porque para algo Bill y nuestra banda estaban obteniendo sus frutos.

Nos iba bien con nuestro manager, obtuvimos buena cantidad de dinero para poder seguir respaldando nuestra carrera musical, pero ellos se iban a quedar atrás al hacer un par de malas inversiones.

—Si, sí que lo harás, porque seguimos siendo tu familia a la que tienes mucho que agradecer —Odiaba cuando me mencionaba eso.

¿Acaso yo pedí nacer? ¿Pedí que me pagaran los estudios, los pañales, comida, techo?

Me parece que no.

—¡Y dale con lo mismo! —Mascullo, alzando un poco la voz, pero ella me chista para que Bill no pueda oírnos desde el otro lado de la habitación— No lo haré, no te diré nada más al respecto. Tema zanjado.

—Bien, pues tendré que pedírselo a Bill. Estoy segura de que él sí que haría todo por su familia, incluso casarse con alguien a quien no ama con tal de no vernos sufrir.

Ahí todo me hizo clic, porque yo no podía condenar a mi gemelo a vivir eso. Y ella tenía razón, Bill iba a hacerlo así condicionará su vida para siempre, porque su corazón es muchísimo más noble y vulnerable que el mío, siendo fácil ser manipulado como mamá lo intentaba conmigo.

Nunca me lo perdonaría, así que me toca sacrificarme por ambos. Por mi hermano, en concreto. Mi mamá sabía como persuadirme, porque jamás tuve un punto débil, el único es Bill. Y eso no me agradaba para nada, porque sucedían este tipo de chantajes.

Retomando el tema, yo iba a serle fiel a Kira.

Pero cuando nos casáramos, porque de momento no éramos nada y ya había aparcado frente a las letras neón: "Lucion Ride"

Bill, Georg y Gustav me acompañaron al final, diciendo que solo venían por no dejarme solo, pero en el fondo sabía que les picaba la curiosidad como a mi. Me lo contaron la primera vez que fuimos juntos en Taiwán, porque consumieron la pequeña cantidad de dos botellas de alcohol esa noche.
Y después del desastre que fue para mí el día anterior al anunciar mi futuro compromiso, necesitaba despejarme.

Eso y por lo confundido que me sentía respecto a la maldita rusa de cabello negro y cuerpo atrayente.

Me negaba a admitir que su aura me abrumaba, que me intimidaba o que sus intentos por provocarme tenían efecto sobre mí. No podía, y cuanto más me negara internamente, mejor me vendría. En la cúspide de las cagadas, involucrarme con ella estaría en la cima. Sobretodo después de las advertencias de mi madre, pues nunca le gustó la actitud y manera de pensar de la rusa. Me lo dejó claro desde que la conocí, tanto a mi como a Bill...

Ilícito | tom kaulitz.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora