Un reencuentro, sentimientos que se creían muertos y la desgracia de estar unidas por un hilo rojo que no se puede cortar. Aitana McLaren lo tuvo todo y ahora no tiene nada, Renata Styles nunca tuvo nada y ahora ella lo es todo.
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AITANA MCLAREN
Me quiero arrancar el corazón con un cuchillo.
No puedo fingir que no siento una presión horrible, como si hubieran mil toneladas de acero se encontraran presionando mi caja torácica y que me impiden poder respirar bien.
Estoy sudando frío mientras mis manos tiemblan y se que podría vomitar en cualquier momento, lo haría si tan solo pudiera. Mi estómago está revuelto y debo sostenerme a una base de metal para intentar reponerme.
Está viva.
Mierda, ella está viva.
El pánico regresa como hace unos minutos, vuelvo a imaginar su rostro, sus ojos, esa mirada.
Ella jamás va a perdonarme.
Sus ojos lo dijeron todo, el odio, el resentimiento, ella jamás me vio así ni cuando le dije adiós, ella jamás me vio así, ni cuando éramos unas desconocidas.
Lo que ahora somos.
Dos extrañas.
Podré conocer su cuerpo a la perfección, podré saber que odia estar rodeada de gente, que tiene un tatuaje en su pierna, que solía escribir libros, que ama la soledad, que compartimos cientos de recuerdos, pero todo es pasado, porque ahora ya no se nada.
Desde lejos puedo reconocer que no es la chica que solía conocer.
Ahora se mira mayor, más cansada y por alguna razón, aterradora.
No se parece en nada a la persona a quien le dije adiós en la mansión y me aterra pensar que es mi culpa.
Me obligo a respirar de forma profunda, pero todo da vueltas. Abro mi boca y un jadeo entrecortado me abandona, así que cierro los ojos y de nuevo, me obligo a respirar de forma correcta.
Me toma minutos volver a la normalidad y cuando lo hago, suspiro con cansancio, como si un camión acaba de pasarme por encima.
Dejo la pared donde estuve perdiendo el tiempo y la razón y salgo del callejón sin salida para encontrar a Min-Joon observando toda la siembra del lugar.
─Ese es mi método de crecimiento de vegetales. ─susurra con los ojos brillantes. ─Yo se lo enseñé a Renata.
Mierda. No me puedo creer que en realidad esté viva.
La sola mención de su nombre provoca estragos en mi cuerpo.
Pasé los últimos seis meses llorando por ella, sufriendo con nuestro libro, hasta que este desapareció.
![Cuando la muerte nos separe [2]](https://img.wattpad.com/cover/337434374-64-k120628.jpg)