Cora yacía apoyada en donde anteriormente estaba Esme, su aburrimiento se notaba por la expresión que se había formado en su cara.El hecho de que Caitlin la había obligado a ayudarla en la cocina era para mantener ocupada a la pelinegra, pero cuando se sumaron Carlisle y Esme, Cora no sabía que hacer así que optó por levantarse lentamente de donde estaba y caminar despacio hacia la sala.
La casa Cullen estaba inundada por una dulce melodía, haciendo que sea más cómodo el lugar y el ambiente. La ojiazul comenzó a caminar hacia donde provenía aquel dulce sonido que dejaba embelesados sus oídos.
Al entrar a la sala, la pelinegra pudo divisar un enorme y costoso piano en frente de un gran ventanal. En éste yacía sentado Edward en el pequeño banquillo que acompañaba al instrumento, dándoles un aire de melancolía a ambos.
— ¿Edward? —lo llamó la pelinegra con cautela.
El cobrizo parecía tener la mirada perdida en el infinito bosque, dando la idea de que estaba hundido en sus pensamientos.
— ¿Sí? —el sonido seco de su voz al contestar hizo estremecer a Coraline.
— ¿Pasa algo? —esa pregunta hizo remover un poco a Edward, como si quisiera decirlo pero no podía.
Ésta vez el Cullen solamente asintió guardando silencio, la menor comenzó a acercarse a paso lento hasta quedar al lado del cobrizo.
— ¿Querés hablar de lo que sucede?
Edward tomó aire y lo soltó algo exaltado, dando a entender que era un tema serio.
— Es algo complicado de entender —respondió vagamente.
— Podría intentarlo —Edward dirigió su mirada hacia la pelinegra comenzando a sentir comodidad y comprensión de su parte. Estaba siento escuchado por primera vez.
— Tengo un leve problema con enamorarme —Cora asentía en silencio—, sé que en el colegio andan diciendo que "nadie es suficiente para mi". Pero yo solo quiero a la correcta —suspiró—, quiero a alguien que me ame por como soy y no por lo que tengo.
Al terminar de hablar, Edward permaneció en silencio esperando la respuesta de la menor. El cobrizo escuchaba los pensamientos que iban y volvían de la mente de Coraline, parecía indecisa con su respuesta.
— ¿La correcta? —habló la ojiazul— ¿Crees que existe la persona correcta?
Los adolescentes se miraron fijamente, no necesitaban decirse nada para comprenderse. Edward comenzaba a sentir el lazo que tenía con la pelinegra, un vínculo que se iba creando poco a poco.
— Para mi —pensó unos minutos—, si existe la persona correcta. Siendo sincero, yo creo en que existe tu alma gemela y el amor de tu vida, también como existe la persona correcta. Solo debes esperar a encontrarlos.
— Creo lo mismo —respondió Cora—, pero, ¿cuánto tenemos que esperar para encontrarlos?
Edward sonrió divertido por aquello, si Cora supiera que ya la había encontrado no estaría diciendo eso. Por eso mismo, el cobrizo estaba mal, Alice había encontrado a su pareja destinada y podía verla todos los días, sabiendo que el vínculo las unirá en cualquier momento. Pero, ¿Cuándo sería el turno de él? ¿Por qué no pudo encontrar a su pareja destinada primero? Envidiaba a su hermana por tener tanta suerte y poder decir "yo tengo a mi compañera conmigo y tú no, sufre por eso"
— Cora, ¿Alguna vez te enamoraste? —su pregunta hizo jadear a la pelinegra, Edward estaba muy intrigado por el punto de vista de la ojiazul. Escuchar la radio que había en la cabeza de la menor animaba un poco al vampiro.
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𝓈𝒽𝑒 𝒾𝓈 𝓂𝓎 𝓈𝒶𝓁𝓋𝒶𝓉𝒾𝑜𝓃¹ Alice Cullen
ספרות חובביםLibro n°1 de la saga: Perfect love (Compañeros Cullen's) "- ¡¿Y si tú hubieses estado en mi lugar, Cora?! -gritó desesperado‐. ¡¿Qué hubieses hecho?!" - Lo que sea con tal de no separarme de Alice. Tú tomaste una mala decisión, Edward, ahora asume l...