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Dilara

No había bebido mucho, pero como hace tiempo que no lo hacía su efecto tuvo un impacto mucho mayor en mí que en Leni o Mackenzie.

No sabía qué hora era o dónde estaba, solo que sentía unas manos sobre mi rostro.

Al abrir poco a poco mis ojos me encuentro a Murad sentado a un lado de mí, él me sonríe como todas las mañanas. Con cuidado me siento en la cama, pero como la sábana se resbala fácilmente de mi piel.

Al mirar debajo de esta me doy cuenta de que estoy con una camiseta enorme y sin mi ropa interior, el pánico me invade aún más cuando siento como alguien se mueve al otro lado de la cama.

Con temor llevo mi vista hasta el lugar y me encuentro a un desnudo Tom, mi corazón se acelera al pensar en lo que pudimos haber hecho.

Con cuidado de no despertar al mayor me levanto y recojo mi ropa interior del suelo para luego tomar a Murad y salirnos de la habitación, al llegar a la sala de estar me encuentro con Leni y Bill desayunando.

-Por favor díganme qué no tuve sexo anoche.- les pido, se miran entre sí.

-No tuviste sexo anoche.- un suspiro de alivio sale de mis labios ante las palabras de Bill, dejo a Murad en el suelo para que juegue.

-Hiciste el amor.-

Me ahogo con mi propia saliva, comienzo a toser como loca cuando Leni es quien me dice aquello.

-¡¿Qué?!-

-Bueno eso fue lo que le dijiste a Tom anoche, y él no es un robot, así que no se pudo resistir.-

-Nononono.- comienzo a dar vueltas por la sala mientras un par de recuerdos de anoche llegan a mi cabeza.

-¡No me quiero ir!- estaba haciendo berrinche al no querer irme.

-No seas una niña Dilara, Tom ya está por llegar.-

De repente mi ánimo se eleva ante la mención del gemelo mayor.

-Me lo hubieran dicho antes.- una sonrisa se forma en mi rostro.

No tuvimos que esperar mucho para ver el auto del mayor frente a nosotras, no recuerdo cuánto había tomado, solo que mi caminar no era muy recto. Me sorprende que aún no se me confundieran las palabras al hablar.

Veo al mayor ayudar primero a las chicas y luego ayudarme a mí, me ayuda a llegar al asiento del copiloto, donde me dejó caer.

Sabía que si me quedaba mirando el camino terminaría vomitando por el movimiento, así que decido cerrar mis ojos hasta que lleguemos a dónde sea que me estuvieran llevando.

...

Mis ojos se abren al sentir como alguien me mueve, no quería abrir mis ojos así que me acomodo más en el asiento. Luego siento como me levantan llevándome en brazos.

Por su olor sabía que era Tom, nunca podría olvidar aquel olor que en su momento fue mi favorito, mejor dicho, aún siguen siéndolo.

Mis ojos se abren un poco cuando mi cuerpo siente el colchón, me fijo que Tom me estaba mirando fijamente, sin pensarlo mucho tomo su cuello y lo acerco a mi para besarlo.

No me rechaza el beso, mejor dicho, me lo sigue. Sabía que estaba mal, aún borracha sabía que no podía estar haciendo esto, mucho menos ahora que estoy con Alex.

Pero no podía resistirme, el estar borracha también me daba la valentía que la sobriedad no me daba.

Lo siento colocarse sobre mí, con una de sus manos separa mis piernas para colocarse entre estás.

-Te necesito Tom...-

-Mi hermosa Di...-

Hablamos una vez que nos separamos del beso por la falta de aire en nuestros pulmones, ahora sus besos comienzan a bajar por mi cuello hasta llegar a la zona de mis pechos, los cuales están cubiertos por mi vestido.

A él no le importa y de un movimiento me quita el vestido por completo, mis pechos quedan al aire libre por el hecho de no llevar sostén por el tipo de vestido que use.

Los gemidos de mi boca salen casi automáticamente cuando su boca se encuentra con uno de ellos, una de sus manos va al otro dando pequeños apretones que hacen aumentar mis gemidos.

De un momento a otro ambos nos encontrábamos desnudos, el encima de mí, estaba a punto de entrar en mi, pero lo detengo.

-¿Qué sucede?- me pregunta agitado.

-No estamos a punto de tener sexo, estamos a punto de hacer el amor, Tom.- no sabía de dónde habían salido esas palabras, pero habían salido y ya no había vuelta atrás.

-Creí que siempre había sido así.- ambos nos reímos.

Toma su erección y la coloca en mi entrada, el simple hecho de sentir la punta en mi entrada hace que arque mi espalda.

Una vez dentro de mí, un gemido sale d Elo más profundo de mi garganta, sus movimientos en un principio fueron lentos, solo aumentaron una vez se lo pedí.

-M-más rápido.-

Agradecía que me hiciera caso, habíamos estado así hasta que el orgasmo de ambos había llegado.

Tom se acuesta a mi lado, con sus manos me atrae a él y me besa, está vez el vaso es diferente al primero. Este era más lento, con más sentimientos que el deseo de hace minutos atrás.

-¿Podrías ir por Murad?, quiero que duerma con nosotros.-

El asiente y pocos segundos después estamos los tres dormidos en la cama, una pequeña sonrisa se forma en mi rostro. Cómo me hubiera gustado que esto pasara desde un inicio.

-¡Dilara!- el grito de Bill me hace reaccionar.

-¿Qué?-

-Te pregunté si querías café.- asiento.

Me siento a un lado de Leni apoyando mi cabeza en su hombro.

-¿Qué se supone que deba de hacer ahora?-

-Terminar con Alex y volver con Tom.- me separó de ella para mirarla.

-Si recuerdas que está con tu madre ¿O no?-

-Tom volvió con Heidi solo porque te extrañaba y sabía que no podía tenerte. El creyó que si en algún momento te enterabas de que habían vuelto tu volverías y estarían juntos.- ambas volteamos a ver a Bill quien dejó la taza de café frente a mí.

-Vaya forma de extrañarme.- digo con sarcasmo.

-Di... Tom la paso muy mal cuando te fuiste, sé que él fue un verdadero idiota al no estar contigo cuando Heidi te atacó, pero él tenía miedo de tu reacción, tenía miedo de que lo rechazarás.-

-Nunca lo hubiera hecho, yo solo quería que el estuviera allí conmigo, que sostuviera mi mano y que me dijera que todo estaría bien.-

Es lo último que digo antes de irme a la habitación de Kenzie, entro con cuidado de no despertar la.

Abro su closet y tomo un jean y una camiseta blanca junto a unas zapatillas, me visto rápido y al salir de la habitación me alegra saber que Tom aún no ha despertado.

Guardo las cosas de Murad en su mochila antes de tomarlo entre mis brazos para irme.

-Nos vemos otro día Bill, ¿Vienes conmigo Leni?-

-Más tarde, tal vez vaya y visite a mis hermanos más tarde.-

-De acuerdo, me llamas cualquier cosa, los quiero.-

Me despido de cada uno con un beso en la mejilla antes de irme.

Fuera del apartamento de Bill se encontraban un par de paparazzis, por lo que se me dificulta un poco salir de allí, pero por suerte justo pasa un taxi.

Me subo en este y me quedo mirando por la ventana mientras tomamos camino a casa de mis padres.

𝖠𝗆𝖻𝗋𝗈𝗌𝗂𝖺 𝗏𝗈𝗅²「𝒕𝒐𝒎 𝒌𝒂𝒖𝒍𝒊𝒕𝒛 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora