Capítulo 24

58 3 0
                                    

Esa noche llamé a Cody, le parecía buena idea que saliera con las chicas, y la verdad es que tenía muchas ganas, por eso decidí hacerle caso y salí con ellas.

La noche empezó bastante bien, fuimos a cenar y después fuimos a una discoteca que habían abierto cerca de la residencia.

Ponían música del momento, divertida, y la verdad, logré distraerme bastante, pero cuando estábamos de vuelta a la residencia, volví a pensar en Cody.

Estar así era una tortura, y me sentía una egoísta por querer volver a mi vida de antes de que Cody enfermará, realmente yo no era la que peor estaba, pero echaba de menos ir con él a pasear por el parque, o cuando cantábamos canciones en su coche, o cuando simplemente nos tumbabamos en la cama para ver una película.

También echaba de menos a la Liv que dormía bien por la noche, a la Liv que no se comía la cabeza cada noche, me echaba de menos, mucho de menos.

Al día siguiente fuí al hospital casi sin pegar ojo, y no habían buenas noticias.

Cody no comía bien, estaba con pocos ánimos, y tenía muy mala cara, nunca le había visto tan mal, y eso de verdad que me rompía el corazón, y no solo a mi, también a su madre, su padre, y a su familia en general.

-Está muy mal cielo- decía Paige con pocas fuerzas- los médicos dicen que ya no lo hay solución, solo queda esperar, es cuestión de tiempo.

No reaccioné, simplemente creía que estaba en una pesadilla de la que me quería despertar.

No tenía palabras, no moví ni una pestaña.

Paige me abrazó y ahí me rompí, me faltaba el aire, mis lagrimas mojaban mi cara, quería llorar hasta quedarme sin lágrimas, gritar, desaparecer, quería parar el tiempo, retroceder y volver a cuando éramos felices.

Todos hablan de lo bonita que es la vida, pero nadie habla de lo jodida que es a veces, la vida te puede dar y quitar todo en un momento.

Nuestro concepto de amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora