CAPITULO 4

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Cuando abrí los ojos el techo me daba vueltas.

La cabeza me dolía demasiado.

Y, además, no reconocía mi habitación.

- ¿Dónde estoy? -pregunte en voz alta.

-Buenos días.

Reconocí la voz al instante.

Era Cody.

- ¿Dónde estoy? -pregunte de nuevo preocupada- ¿Qué hora es? - mire la hora en mi móvil y vi que eran las once de la mañana- ¡Madre mía! - grite asustando a Cody.

- ¿Qué pasa? -preguntó nervioso mientras que se acercaba a mí.

Yo me levantaba deprisa de la cama mientras que intentaba arreglar mis pelos.

-La universidad-dije desesperada- llego tarde.

-Tranquila-dice cogiéndome suavemente del brazo y me volvía a sentar- hoy es sábado.

-Que susto.

-Tómate esto-dijo mientras que me acercaba una pastilla- te aliviará el dolor de cabeza.

- ¿Cómo sabes qué...?

-Tienes mala cara, y ayer bebiste mucho, te quedaste dormida en el sofá- tras darme la pastilla se sentó a mi lado- cuando todos se fueron tus amigas y tu os quedasteis un poco más, y tu estabas muy cansada.

- ¿Y dónde están las demás?

-Jessie en el cuarto de Nancy, Maya con Dylan en su habitación, y Aless en el sofá.

- ¿Y de quién es esta habitación?

-Es la mía.

Qué vergüenza.

-¿Hemos dormido juntos?

-Bueno, se podría decir que si-contestó nervioso- es que no había más sitios en los que dormir, pero como seguramente no ibas a estar cómoda decidí sacar un saco de dormir y dormir en el suelo.

-No tenías por qué, no me hubiera importado dormir en el sofá con Aless.

-El sofá es demasiado pequeño, no ibais a caber las dos- respondió riendo.

-Por lo menos no he roncado ¿No?

-Tranquila, no lo has hecho-contestó antes de soltar una bonita risa.


Tras esa conversación escuchamos ruido en el salón, por lo que intuimos que los chicos ya se habían despertado, así que decidimos salir para desayunar y ver a los demás.

-Buenos días- Maya salió de la habitación de Dylan con una sonrisa mientras que el rubio la seguía.

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