Kim Taehyung es un pequeño Omega qué mide 1,55 cm.
Jeon Jungkook es un Alfa de 1,80 cm de alto. Se enamora de aquel tierno Omegita de bolsillo.
Solo hay un problema, aquel pequeño Omega no será fácil de conquistar. Porque lo que le falta de altura...
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-Te extrañe tanto. - susurró el alfa con los ojos llenos de lagrimas, pasando sus manos por la cintura del menor aferrandolo a el con fuerza.
Tae levanto su rostro. - Creo que también te extraño mi alfa.
Jungkook no lo dudo más y lo beso con pasión.
Su lenguas rozaban suave, el alfa deleitó aquellos labios qué tanto había extrañado, el aroma de su tigre le fascinaba.
Despacio se alejaron sus ojos conectaron, el alfa inconscientemente acariciaba suave con sus pulgares el abdomen del menor. Este bajo su mirada y llevo su rostro al cuello del alfa.
-Te amo mi tigre. - susurró con sus ojos llenos de lagrimas. El alfa no lo podía creer de nuevo su amado lo estaba aceptando, el menor movió su cabeza negando. - No debes contestarme si aun no lo sientes. - le dijo entendiendo que este seguía luchando con su memoria.
-Me gusta estar así. - murmuró bajo aquella corbatura.
-Puedes quedarte el tiempo que quieras. - le respondió acariciando su espalda.
-Jungkook. - salió de su escondite para mirarlo. - ¿Qué sucedio por qué olvide todo?.
-El doctor recomendo no contarte de pronto todo lo que sucedió aquel día, para no forzar tu memoria. - le respondió preocupado, y con miedo a que se enojara por lo que había sucedido.
-Se que alguien me golpeó, lo recordé hoy. - dijo ignorando las palabras del mayor y la recomendación del médico, el quería saber de una vez que había sucedido.
-Si. - respondió dudoso.
El omega sonrió ladeo su cabeza y dijo. - Alfa... El nombrado lo beso evitando que use su voz de mando.
-No me hagas trampa mi lindo tigre. - le dijo con una sonrisa rozando los labios del menor.
-¿Sabes de mi voz de mando?. - preguntó sorprendido.
-Si mi lindo tramposo. - el menor sonrió.
Al ver que no podría obtener información de esa forma, decidió cambiar el método, abulto sus lindos labios, puso ojitos de cachorro y dijo. - ¿Por qué no me quieres decir?. - paso su mano por el pecho del alfa.
El alfa sintió derretirse ante aquella carita suplicante. - Mis padres querían separnos. - soltó sin pensarlo, de pronto quería auto golpearse por hablar.
-¡Oh!, qué romántico como romeo y julieta una amor imposible. - bromeó.
El alfa comenzó a reírse, comprendió qué su amado tigre no se enojaría, seguía siendo el mismo, con su humor ocurrente, manipulador y hermoso.
