AMOR PURO

XIV

Despertó solo, había olvidado que Simón estaba en una misión, se fue hace una semana y no ha tenido noticias de él, ha hablado con Soap, pero nada, fue al baño a lavarse la boca y a ducharse, quería ir a comprar el té favorito de Simón y otras cosas para la casa.

—

Era de noche cuando la puerta principal fue abierta captando la atención de Aiden quien dejó de usar la computadora, Simón pasó de largo y se metió al baño, no lo saludo, ni siquiera le dirigió la mirada. El sonido de la ducha llamó su atención, no sabía qué le sucedía y de cierto modo estaba preocupado, un fuerte ruido lo hizo saltar, corrió a la puerta del baño, pero esta tenía seguro, corrió a la cocina para buscar una cuchara con la cual abrió la puerta del baño.

Los azulejos de la pared de la bañera estaban rotos, había rastro de sangre que era arrastrada por el agua que caía, la mano de Simón estaba llena de sangre y por sus mejillas bajaban lágrimas. Porque estaba llorando, que le hicieron a su Teniente... se acercó para abrazarlo, pero fue rechazado, estaba a la defensiva. Suspiro y reunió todo el valor que tenía, tomó una toalla para sacar de la bañera todos los pedazos de cerámica.

— ¿Quieres... estar solo? — solo recibió un asentimiento de su parte — estaré... estaré en la sala, cuando salgas ve... para curarte la mano.

Cuando salió del baño, cerró la puerta con seguro, tiró los pedazos de cerámica en el bote de basura y dejó la toalla en la mesa, estaba preocupado... que sucedió, tomó su celular y salió afuera y marcó el número de soap para casos de emergencia.

— ¿Hola?

— Soap... soy yo Aiden, solo quería saber acerca de la misión de Simón.

— Sabes que eso es confidencial Denny.

— Lo sé, lo sé es solo que... estoy preocupado por él, esta...

— ¿Distinto? Si yo también lo note, pero dale tiempo solo está molesto, allá afuera las cosas no salieron como esperábamos, tuvimos muchas bajas y... muchos civiles murieron... bombardearon un orfanato que estaba en la zona que él debía cubrir.

— Hubieron...

— Nadie sobrevivió Aiden... ya dije de más, dale tiempo lo superará... siempre lo hace. 

Colgó y soltó un suspiro, entro encontrándolo sentado en el sillón con una toalla en la cabeza, busco un kit de primeros auxilios y se sentó al lado de él, le extendió la mano sin siquiera mirarlo, empezó a curarlo, el silencio era horrible un fuerte sollozo lo asustó. Simón se cubrió la cara com ambas manos y empezó a llorar y a hiperventilar, Aiden lo abrazó y él se escondió en el hueco de su cuello abrazándolo con fuerza. Empezó a acariciar su espalda y a mecerlo.

— Pu... pude haberlos protegido — dijo entre sollozos, durante todo su trabajo había visto personas inocentes morir, pero... se sintió tan identificado con esos niños, cuando era pequeño a él nadie lo protegió... acababa de hacer lo mismo.

— No fue tu culpa.

— Nadie me protegió... — su llanto se intensificó.

— Te voy a proteger, no sé qué sucedió en tu pasado, pero me aseguraré de protegerte, amarte y respetarte, hasta... hasta que la muerte nos separe.

—

Simón se despertó con dolor de cabeza, los ojos le ardían y se estaba muriendo de sed, como si de un genio se tratara, Aiden apareció con un vaso, un jarrón de agua y una bolsa de pastillas para el dolor de cabeza, se sentó delante de este y sirvió el agua, abrió el sobre de pastillas y se las paso, se bebió las pastillas.

— Gracias por... estar aquí... yo no quise romper los azulejos del baño — Aiden sonrió y acarició sus rubios cabellos y dio un corto beso en las comisuras de sus labios.

— No tienes que preocuparte por eso es algo que se puede arreglar, pero no quiero que lo vuelvas a hacer, no quiero que te lastimes — volvió a darle un beso corto.

— Yo... — suspiro — yo también juro protegerte... amarte y respetarte... hasta que la muerte nos separe.