La película que vieron fue interesante, no habían planeado ver una película, pero al final fueron a ver Cocaine Bear una película que de cierto modo les gustaba, ambos la pasaron bien.
La película fue imprevista, no destruyó los otros planes, pero las personas sí, fueron a comer a un restaurante en el cual no se sentían cómodos, todas las personas los miraban y cotilleaba a sus espaldas acerca de sus aspectos. Simón estaba vestido de negro con una sudadera y su típico pasamontañas, Aiden estaba vestido igual solo que su sudadera, era de un pato y no tenía pasamontañas.
— Disculpen — un mesero se acercó mirándolos con desprecio haciendo que el mal genio que Simón cargaba desde que entró por la puerta aumentará — lamento decirles que su vestimenta no es apropiada para este restaurante y están molestando a los otros clientes... por favor retírense o estare obligado a llamar a la policía.
— No será necesario, ya nos íbamos... el menú es una mierda, si quisiéramos comer esta basura la compraría en el supermercado — la cara que puso el mesero por las palabras de Aiden causó cierta satisfacción en Simón.
Pidieron comida en él servi carro, decidiendo comer en el estacionamiento de McDonald's no era romántico ni nada de eso, más bien era agradable, mientras comían hablaban de gustos y cosas tribales.
—
Llegaron al apartamento de Simón, Aiden dejo las pocas cosas que tenía en el suelo, tomó algo de ropa y entro al baño para darse una ducha, la puerta del baño se abrió después de un rato, Simón se quitó la ropa y abrió la cortina encontrándose con el cuerpo desnudo de Aiden quien estaba lavándose la cabeza.
— Hola... — Dijo Aiden después de un momento, cerró los ojos y empezó a tallarlos con fuerza, el shampoo le cayó en los ojos.
— Te vas a lastimar... — tomó una toalla y le limpio la cara, le echo un poco de agua para quitar el shampoo de sus ojos, Aiden abrió los ojos encontrándose con un rostro ajeno, sus ojos estaban rojos y apenas podía mantenerlos abiertos.
Simón entró a la ducha junto a él, ayudándolo a sacar el exceso de shampoo de su cabello, cuando abrió los ojos por completo pudo ver su rostro, empezó a sentir un hormigueo en el estómago, se relamió los labios y desvió la mirada, sus mejillas ardían, desvió la mirada hacia abajo... mala idea.
— ¿No era lo que esperabas?
— Yo... yo no he dicho nada... es solo que... eres muy lindo — *¿Por qué estoy nervioso?*
— Mírame... — Simón juro ver a un tomate, una risa burlona escapó de sus labios causando que Aiden sintiera vergüenza hacia su propio comportamiento — ¿Qué pasa Aiddy... te gusta lo que ves?
— Más... más de lo que te imaginas — Unieron sus labios en un beso suave y delicado a punto de volverse uno cargado de excitación y deseo.
Se separaron antes de que fuera más que un simple beso, terminaron de bañarse y se acostaron en la cama acurrucados el uno con el otro, Aiden tenía los nervios por las nubes, ¿O era emoción? No lo sabía, solo sentía ese hormigueo en el estómago y su corazón querer salirse de su pecho.
*Dios estoy tan enamorado*