I

195 8 0
                                    

No puede recordar a su padre, no puede recordar su voz ni su olor

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No puede recordar a su padre, no puede recordar su voz ni su olor... no pudo decirle que lo amaba, su rostro es transparente en sus recuerdos. Perdió a su padre a temprana edad, apenas tenía unos cinco o seis años cuando murió... le juro a dios que su hijo nacería en una familia feliz.

Su esposa se volvió loca por la depresión posparto e intentó matar a su hijo cuando lo estaba bañando, los paramédicos llegaron a tiempo para salvarlo, ella dijo que fue un accidente, le creyeron... Pero la segunda vez por poco lo pierde.

No sabe cómo está vivo, la policía no dejó pasar esto por alto, la citaron, pero antes de la fecha la encontraron muerta en la casa de sus padres... fue una sobredosis, sus padres lo culparon, dijeron que no fue lo suficiente hombre para protegerla, no supo cómo contestar a eso.

Hizo todo lo posible para que ella volviera hacer la misma de antes, le dio su espacio, fueron a terapia juntos, incluso le dijo que no trabajara, que él se iba a hacer cargo de ella y del bebé.

Pero no fue suficiente... para poder sacar a su bebé adelante tuvo que irse a los Estados Unidos, entró a las fuerzas especiales estadounidenses, pero luego de pasar todas las pruebas decidió quedarse como electricista en la base militar que está a cuatro horas de Minnesota.

En cuanto a Noah, él se quedó con sus tíos que al parecer no lo odiaban, iba a verlo una vez cada siete meses... no era fácil.

— ¿De verdad tienes que ir?

— Sabes que no tengo opción.

— Puedes trabajar con John en el taller – no es la primera vez que ella intenta tener esta conversación— Noah siempre se pregunta dónde está su papá.

— Pues dile que me estoy partiendo el lomo como una mula para sacarlo adelante.

— Lo sé, pero Noah es un niño al cual le hace falta una madre, ya que su padre no le da atención.

— No quiero tener esta conversación— se rascó la sien y suspiro— me voy en unos minutos iré a despedirme de mi hijo.

Se dio la vuelta y caminó hacia la salida en donde lo esperaba un niño de cinco años, se puso de cuclillas delante de él y suspiró.

— ¿Tienes que irte?

— Noah, sabes que tengo que trabajar, pero te prometo que estaré aquí para tu cumpleaños.

— ¿Cómo vas a estar en mi cumpleaños si en una semana nos vamos a Inglaterra? – El infante abrió la puerta y entró a la casa corriendo, se incorporó y ladeo la cabeza mientras fruncía el ceño miró hacia dentro de la casa en donde Julia lo estaba mirando de brazos cruzados y con una expresión de lástima.

— Aiden... pensábamos decirte, pero no quisimos preocuparte – ese era John.

— Qué pasará con Noah... me voy en unos minutos donde se quedará él.

AMOR PURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora