Todavia es Sabado..

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Disfrútenlo pq es el último cap😈




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Aquel quejido empezó a escalar en un volumen alto, era entrecortado y con una voz bastante desgastada. Roier sintió como el interior de el pelinegro empezó a pulsar con rapidez apretandolo al igual que el temblor en las piernas de este.

Empezó a oír muchos más gemidos, quejidos, lamentos o gritos que solo significaban que estaba teniendo su orgasmo. Sus caderas empujaban hacia al frente con bastante velocidad, queriendo oír más.

Quería jugar un poco con Spreen..

En un movimiento rápido paso sus brazos hacia atrás con una sola mano, dejándolo aún más expuesto que antes con el pecho totalmente pegado en la pared, con su otra mano (derecha) fue a parar en sus rizos humedos, ejerciendo fuerza y obligando que el otro estuviera totalmente quieto. Las rodillas de el azabache dolían y ardían, mientras que todo su cuerpo empezaba a temblar junto a su voz que tartamudeaba con mucho seguimiento

Roier quería ver cuanto podía aguantar sin correrse dentro de el oso.

Y no tomaba en cuentas las suplicas.

Una pierna de Spreen se resbaló de la tabla de madera, cayendo de puntitas a la arena.

—¡Ah!—

Gimio otra vez al experimentar el toque de su próstata por el cambio de poscicion, a todo esto Roier no había llegado ahi.

—¡Roier! ¡Y-Ya no puedo!.. ya no puedo mas— jadeaba, pero la palma de el castaño empezo a manosear sus felpudas orejas, observando los chistosos movimientos que hacia para intentar levantarse e interponerse de aquel toque. Despues la misma mano comenzó a deslizarse por todo el cuerpo de el oso, guiándose hacia su entrepierna, al llegar tomó el miembro de Spreen, masturbandolo con cautela. No duró ni 5 segundos cuando un liquido espeso hizo contacto con la mano derecha de el castaño, quien río sintiendo como su miembro era apretado por las mojadas paredes de el azabache.

Limpio su mano restregandola por el abdomen de el oso, para después con lentitud bajar la intensidad —Ya hiciste un cochinero— dijo cuando vio todo el liquido que servía de lubricante salir junto a su extensión, haciendo un chasquido gracioso al salir, todo acompañado de un suspiro de alivio.

Por fin acabo.

¿Acabo?

Los ojos de Spreen se abrieron como platos al sentir como toda la verga de Roier entraba otra vez, pero ahora su músculo se estiraba un poco más por 2 dedos intrusos.

—¡AH!—

Grito, durante que las lágrimas se desbordanan debido a el placer. Spreen era raro, y lo sabía, pero Roier sabia por arte de magia todos sus fetiches. Algo provocaba dentro de el ser descubiertos y no estar seguros hacia que un inmenso placer creciera en su estomago, y ahora era un claro ejemplo, al ser un "conejito de cuerda"

Cualquiera que lo escuhara hablar sobre las cosas que le gustaban hacer durante "el amor" se traumaria, por eso su almohada y la noche era la única que salían perturbadas.

Into the classDonde viven las historias. Descúbrelo ahora