XXII. Ando drogadicto.

821 56 30
                                    

Ya en casa de Red su madre nos recibió y tras saludarla subimos inmediatamente a su cuarto para ver cómo estaba.

Aún dormía y pese a que insistimos en no despertarla y volver en otro momento Bebe la despertó.

—Hola Red, vinimos a visitarte. Heidi te trajo una tarta.— Las demás nos acercamos a la cama de Red y la saludamos.

Se sentó lentamente en la cama y nos devolvió el saludo.

Nos contó un poco sobre cómo se sentía entre muchos bostezos y constantemente se frotaba los ojos.

—Les agradezco mucho que hayan venido a verme, pero no me encuentro bien, me duele la cabeza y no tengo muchas ganas de hablar.—

—Lo entendemos Red, discúlpanos por molestarte, solo queríamos saber como estabas, estábamos preocupadas por ti.—

—Tu madre dejo la tarta Heidi en el refrigerador. Envíanos un mensaje si algo sucede, si te sientes mejor avisamos y pasaremos a verte.—

—Gracias por venir a verme. Espero que nos veamos mañana en la escuela.—

—Nos vemos Red, esperamos que te mejores.— Nos despedimos de ella y de su madre y nos encaminamos cada una a su casa, lamentándonos por nuestra corta visita.

—No se veía para nada bien.— Dijo Bebe al cruzarnos de acera.

—Lo sé, vieron lo hinchada que estaba su cara? No creo que sea por el resfriado, más bien parecía que había estado llorando. Pobre Red, lo peor de todo esto es que siento que es culpa del simio idiota de Kevin.— Agrego Wendy con molestia.

—Quién se apunta para cortarle las extremidades a Kevin y obligarlo a comérselas?— Preguntó Nichole animada.

Todas alzamos nuestras manos y reímos.

—Pero ya, hablando en serio, que más podemos hacer para ayudarla?— Pregunté angustiada.

—Que no hemos intentado aún? Creo que debemos hacer caso a lo que dijo Nichole, ese idiota es incorregible, y Red no da señales de querer dejarlo.—

Conversamos durante el camino hasta que finalmente Wendy y yo llegamos a mi casa. Me despedí de ella y entre a casa.

—Mamá! Ya llegué.— Esperé a qué mi madre contestara y como no lo hizo volví a llamarla.

—Mamá!—

—Estamos afuera!— Me habló desde el patio. Caminé hacia allá asumiendo que se encontraba con Sharon.

—Hola.— Al asomarme vi a mi madre sentada en una de las sillas colgantes, junto a ella su enorme taza de café sobre la pequeña mesa de exterior.

Al salir completamente vi a su lado a Kenny, en el suelo recostado en la cerca.

Confundida, por la presencia de Kenny y sobre todo porque estaba en el suelo y no en la otra silla colgante, miré a ambos y Kenny solo me extendió la taza de café que estaba bebiendo.

—Por qué...?— Tomé la taza y  dio unas palmadas en el suelo para que me sentase a su lado.

Sin darle muchas vueltas me senté y bebí un sordo de café.

—Por qué?—Volví a preguntar.

—Kenny quería hablar contigo— Dijo mi madre cortando el sorbo de café que estaba bebiendo.

♡【𝑲𝒆𝒏𝒏𝒚 𝒙 𝑭𝒆𝒎𝑹𝒆𝒂𝒅𝒆𝒓】♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora