Rumbo a ti

XI

-Hey, Ana, ¿que ha pasado? (dijo acercándose a mi rápido)

-Es un capullo, eso es lo que pasa, se acostaba conmigo, me halagaba, me hacía sentir especial para luego irse a dormir con otra y follarse a otra (dije mirándola)

-¿Cómo? (dijo ella sorprendida sin entenderlo)

-Hace un rato, cuando me he despertado, me he duchado y todo iba a hacer la comida, de hecho iba a hacerlo en plan especial por cómo pasamos la noche, pero le han llamado y en la pantalla salía la foto de él con ella, acaramelados, cuando iba a cogerlo por si era importante ella ha colgado pero el móvil estaba desbloqueado, he visto su conversación, era subida de tono, habían fotos y dios, no quiero ni recordarlo (dije furiosa)

-Escucha, primero de todo respira, tranquilízate porque ponerte así no te sirve de nada, es un capullo, si, eso no te lo niego, pero primero vas tú, así que ya está, lo has hechado, lo has dejado y ya está (dijo abrazándome)

-¿Por qué tenía que hacer esto?¿Por qué tenía que ilusionarme y luego hacerme daño? Yo no me merezco esto joder, yo necesito ser feliz de una puta vez (dije llorando de nuevo)

-Te mereces lo mejor y él sólo te ha demostrado que no lo es (dijo acariciandome el pelo)

Estuvimos un rato así, hasta que conseguí tranquilizarme. El resto del día lo pasamos intentando despejarme, empezamos a editar la segunda parte del podcast para poder subirlo al día siguiente.

Todo lo que pasó los tres días siguiente fue un borrón, me la pasaba llorando puesto que me había dado fuerte y me había dolido el alma por su culpa, pero gracias a Paula pude estar más tranquila, nos enfocamos a tope en encontrar un inquilino para mi casa, pues nosotras nos íbamos de vuelta a Barcelona.

Dos días más tarde estaba entregando las llaves a una pareja preciosa, eran dos chicas que daban el paso para irse a vivir juntas, casualmente ellas tenían un apartamento en Barcelona y hacían lo mismo que yo pero al revés. Tras la entrega de llaves, Paula y yo recogimos nuestras maletas, las subimos al coche y nos fuimos al aeropuerto, era el día de nuestra vuelta. Entregué el coche a la empresa de alquiler y una vez pasamos los filtros del aeropuerto fuimos a la puerta de embarqué, allí nos hicimos una foto y las subí a mis historias, puse un trozo de la canción "Te felicito" de Shakira, concretamente el trozo donde dice:

"Su filosofía barata no la compro

Lo siento, en esa moto ya no me monto

La gente de dos caras no la soporto

Yo que ponía las manos al fuego por ti

Me tratas como una más de tus antojos

Tu herida no me abrió la piel, pero sí los ojos

Los tengo rojos de tanto llorar por ti

Y ahora resulta que lo sientes

Suena sincero, pero te conozco bien y sé que mientes"

Evidentemente era una indirecta, no iba a negarlo, pero ya me daba igual lo que pensase o dijese. Tras subirla apagué el móvil y Paula y yo subimos al avión.

Los siguientes meses no se como describirlos, no se si fueron los mejores o los peores, pero estuvieron llenos de momentos únicos e irrepetibles, llenos de trabajo y llenos de gente increíble. Sin saber cómo me había convertido en la "dueña" de uno de los mejores podcast, los capítulos que grabamos con Quevedo fueron los más escuchados, cosa que me dolía por todo lo que había pasado pero que después de más de seis meses había dejado de doler. Empecé a pensar que quizás debería haberle dado la oportunidad de que me lo explicara, pero que iba a explicarme, si al final estaba claro que a alguna de las dos o a las dos nos mentía para poder irse con la otra. En todos estos meses no había hablado con él, hablé con Juseph para pasarle los enlaces de los capítulos y que se los pasara a él, hablé con Cruz Cafuné por que vino a hacer un podcast, que por cierto, el suyo fue el primero que hicimos en directo después de firmar con Twitch.

Tras diez meses estaba empezando a conocer a alguien, todo iba genial, era un tipo que me trataba increíblemente bien, era un tipo que se paró por fin a conocerme por dentro y no solo por fuera, pero joder, mi cabeza no estaba en su sitio, mi cabeza estaba en las islas y no sabía como montarmelo.

Meses más tarde, unos 14 meses más tarde, después de dejar las islas, todo lo que había construido con ese tipo se fue al garete, de nuevo otra jodida decepción, lo peor de todo es que le creí, creí cuando decía que le importaba, creí cuando decía que le encantaba pasar rato conmigo, mentiras y más mentiras. Ese tipo lo único que hizo fue aprovecharse de mi y de la fama que tenía, puesto que en cuanto el pive fue un poco más conocido gracias a sacarlo en alguna que otra historia de instagram empezó a hablar con chicas conocidas en las redes, chicas las cuales empezaron a pasarme las conversaciones y pude poner punto y final a otra historia de decepción, eso hizo que quisiera dar un gran cambio a mi vida, hablé con mi equipo, les comuniqué el gran cambio que quería hacer y sin más, lo hicimos.

Y ahí estaba yo, 14 meses después de lo que pasó con Pedro, de nuevo por Las Palmas, de nuevo por mi tierra, esta vez iba a ser mi momento, esta vez iba a ser para largo. Nos habíamos traído TODO el equipo, habíamos alquilado una nueva oficina y habíamos montado todo el setup que teníamos en Barcelona para grabar en la nueva oficina.

Ese día estaba tomando algo con Paula y subí una historia con una foto en la que, a decir verdad, yo salía muy guapa, iba bastante al natural y me apetecía subirla, la subí con un trozo de la canción de Cruz Cafuné que decía:

"En serio espero que sanes,

De lo que no me cuentas

Se que soy malo en mates,

Pero sé si algo me resta".

Puse como ubicación Playa del Inglés (pues es donde me encontraba con Paula) y etiqueté a mi querido amigo y autor de la canción. Cruzzi no tardó en darle me gusta a la historia y en responderme diciendo lo bonita que salía y que esperaba volver a verme pronto. Lo que no sabía y para lo que no estaba preparada era para que él me respondiera también.