Consecuencias

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Lordbug corrió por los tejados, el pitido de sus pendientes se hizo más fuerte y más insistente. Dio un poderoso salto y se deslizó entre dos edificios, aterrizando en un callejón oscuro y apartado, la transformación se desvaneció segundos después. Tikki salió disparada del Miraculous, y Adrien tuvo que moverse rápidamente para atraparla en sus manos, dándole espacio para sentarse cómodamente y ver cómo masajeaba su cabeza.

"¿Estas bien?" preguntó preocupado.

"Sí, solo cansada" aseguró Tikki con una sonrisa tranquilizadora, mirándolo con sus grandes ojos azules, pero con cansancio en ellos. "El Lucky Charm consume mucha energía."

"¿Hay algo que pueda hacer?"

"Solo darme algo de comer, me ayudará a recuperar mi energía."

Adrien asintió, abriendo su chaqueta y colocando a Tikki en uno de sus bolsillos interiores. La kwami se acurrucó dentro de el, sacando la cabeza para mirarlo.

"¿Alguna preferencia?"

"Solo que sea algo dulce, no soy muy exigente" dijo la kwami, una sonrisa extendiéndose por su rostro. "Aunque si tienes algo con sabor a fresa, sería perfecto."

"Un favorito, ¿eh?" dijo Adrien con una sonrisa mientras salía del callejón, sus pensamientos volvían a la pelea, específicamente, al momento en que la sintió en su cabeza, mirándola con curiosidad. "Por cierto, tú eras la que estaba en mi cabeza, ¿verdad?"

"Sí, fui yo. Tenía que decirte cómo usar el Lucky Charm, después de todo... no me dejaste explicarte esa parte."

A pesar de su sonrisa, Tikki frunció el ceño, haciendo que Adrien le diera una mirada nerviosa, pasando la mano por la nuca.

"Lo siento por eso, estaba un poco emocionado."

"Disculpas aceptadas, además, no eres el primero en hacerlo, y seguramente no serás el último."

Tikki dejó escapar una risita, a la que Adrien se unió en poco tiempo, aliviado de que no la hubiera enojado. Finalmente llegó al final del callejón, saliendo a una calle, y aunque no había mucha gente, había suficiente para que la kwami tuviera que esconderse. El rubio caminó a paso rápido, con una sonrisa que se extendía por su rostro, había luchado contra un súper villano. Oficialmente, era un superhéroe... y le encantaba.
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Kitty Noir corrió por los edificios a gran velocidad, queriendo llegar a su casa antes de que se transformara. Desafortunadamente, el pitido de su anillo se estaba volviendo más urgente. Saltando al siguiente techo, se puso de pie, su mirada se concentró en la brecha entre dos edificios y se acercó, pero antes de que pudiera saltar, su transformación desapareció.

Marinette gritó, derrapando para evitar caerse, pero al ver a Plagg dirigiéndose al vacío, gruñó y se abalanzó sobre él. Lo atrapó con su mano derecha y se balanceó precariamente en el borde, agitando su brazo libre para evitar caerse. Finalmente, logró alejarse, cayendo sobre su trasero, gimiendo de dolor, pero aliviada de estar en el techo y no en dirección al suelo.

"Ahora sí... dame de comer. ¡Me estoy muriendo!"

Marinette parpadeó y se centró en el kwami, quien todavía estaba en su mano, y la estaba mirando como si el hecho de que casi se habían caído de un edificio de 4 pisos no fuera importante.

Gruñendo, la chica se sentó mejor, cruzando las piernas debajo de ella y frunciendo el ceño.

"No tan rápido, tengo algunas preguntas."

"¿No puede esperar?"

La mirada de Marinette fue suficiente para que Plagg gimiera y asintiera.

"¿Por qué dije esas cosas?"

Las aventuras de Lordbug y Kitty NoirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora