Las aventuras de Lordbug y Kitty Noir

Patrulla

"¡Buenas noches!"

Marinette entró en su habitación, y tan pronto como cerró la trampilla, Plagg salió y fue al cojín que había reclamado como suyo, en la esquina de su escritorio, y se acostó. La peli azul frunció el ceño y se paró frente a él, con las manos en las caderas.

"¿Qué estás haciendo?"

Plagg abrió un ojo, mirándola un poco antes de cerrarlo nuevamente y darse la vuelta.

"Dormir."

"¿Has olvidado lo que tenemos que hacer? Lordbug nos está esperando."

"Te está esperando a tí."

"Pero resulta que no puedo ir sin ti."

Plagg gruñó un poco antes de comenzar a flotar hacia su rostro.

"¿Vamos a hacer esto muy a menudo?"

"Te dejaré tener un poco de queso en mi bolso."

Plagg lo pensó durante mucho tiempo. Marinette se había negado rotundamente a dejar que pusiera cualquier tipo de queso en su bolso, según ella, se negaba a apestar a queso. Aunque no le gustaba la idea de tener que salir todas las noches, poder acceder a su delicia mientras esperaba en su escondite era muy tentador.

"Está bien, vamos a ver a tu novio" dijo finalmente, sonriendo al ver el sonrojo en la cara de su portadora.

Marinette tosió un poco, mirando hacia otro lado y levantando la mano del anillo.

"Garras fuera."

Mientras escuchaba la leve risa de Plagg, sintió que la transformación la envolvía. Una vez transformada, salió al balcón y se alejó. Atravesó la ciudad en poco tiempo, corriendo a cuatro patas y usando su bastón para saltar largas distancias, dirigiéndose a su meta, la Torre Eiffel. Pronto llegó, trepando las vigas de metal y escaneando la estructura para localizar a su compañero.

Pronto lo encontró en una viga, con una pierna colgando sobre el borde, mirando hacia la ciudad. Sentándose en cuclillas en una viga más alta, lo observó, su corazón comenzó a latir más rápido. Dejándose influir por la nueva valentía que Plagg y el Miraculous le habían dado, mostró su mayor sonrisa.

"Buenas noches, my Lord."

Lordbug se volvió, escaneando las alturas cubiertas en sombras antes de ver los ojos verdes de Kitty Noir, dándole una sonrisa divertida.

"Hola, my Kitty. Llegas un poco tarde."

"¿Qué puedo decir? Mi kwami es bastante perezoso" dijo con una risita, ignorando la presencia indignada de Plagg en su cabeza, aunque desapareció tan rápido como llegó. Cayendo sobre la viga donde estaba su compañero, se acercó. "Bueno, ¿cuál es el plan para nuestra cita? Espero que sea algo romántico."

Aunque una parte de ella estaba alarmada por lo que había dicho, se había prometido a sí misma que abrazaría completamente este nuevo lado de su personalidad, al menos mientras era Kitty Noir. Lordbug la miró confundida durante unos segundos antes de reírse ligeramente, descartando su pregunta como una broma y poniéndose de pie.

"Me temo que no. Estaba pensando que deberíamos hacer algo más con nuestros poderes que simplemente detener a los akumas."

"¿Cómo que?"

"Ya sabes, lo típico que hacen los superhéroes, detener a los ladrones, salvar a los civiles de los atracos, ese tipo de cosas."

Kitty Noir levantó una ceja, cruzando los brazos y mirando hacia la ciudad. Las palabras del alcalde y los periodistas que pedían su arresto pasaron por su cabeza.