Demolisseur

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"Debemos matarlos, mostrarle a esta ciudad lo que sucede si alguien se mete con nosotros."

Enzo Dubois, el segundo al mando de la mafia parisina, estaba furioso. Estaba en la oficina del Jefe, en el club nocturno Piece of Heaven, una base de operaciones encubierta. Había un hombre y una mujer allí, también de alto rango, cada uno controlando parte del negocio, observando la reunión que se estaba llevando a cabo.

Frente a una ventana que daba a la calle, con una vista lejana de Notre Dame, se encontraba el Jefe, Mathis Roux, uno de los hombres más ricos de París, solo superado por Gabriel Agreste, sus brazos en la espalda y sin mirar a su segundo al mando. Parecía tener unos 43 años, con el pelo negro peinado hacia atrás, la piel bronceada y los ojos azules.

Después de unos momentos, habló.

"Si bien estaría de acuerdo con cualquier otra persona, estamos hablando de Lordbug y Kitty Noir, y hay varios inconvenientes que hacen que esa opción sea inaceptable."

Enzo miró al jefe con duda.

"¿Qué quiere decir?"

"En primer lugar, no estamos lidiando con niños disfrazados, estamos tratando con superhéroes sacados directamente de las páginas de un cómic" Mathis se dio la vuelta para mirar a su segundo al mando. "Eso significa que son más hábiles que cualquier humano."

"Con el debido respeto, Jefe, podemos manejarlos."

"¿Los has visto pelear? Lordbug tiene un yoyo con una cuerda inquebrantable e infinita, y su ayudante un bastón que puede estirarse, aparentemente, sin límite. Sin mencionar que son más rápidos y fuertes, sus sentidos son superiores y uno de ellos puede destruir cualquier cosa con una sola palabra. ¿Cómo exactamente planeas derrotarlos?"

Enzo permaneció en silencio, confirmando las sospechas del jefe, que se sentó en su silla extra cómoda y lujosa.

"Y aún si pudiéramos matarlos... ese sería el peor error que podríamos cometer."

"Si puedo intervenir, jefe" dijo la mujer, Léa Morel. "No veo cómo eso podría ser un error, el error sería dejarlos vivos. Esos dos están amenazando nuestro negocio de drogas, es cuestión de tiempo antes de que intervengan en los... otros."

"¿Entonces tienes un plan para eliminar esos monstruos que envía Skoros?" preguntó Mathis, haciendo que todos lo miraran con duda.

"Tal vez podríamos..."

El Jefe se centró en el hombre, Pierre Masson, quien de repente dejó de hablar.

"Tal vez podríamos... ¿qué? Adelante, quiero saber que podríamos hacer contra seres capaces de aumentar su poder y fuerza con cada golpe, una bruja que controla el clima, y quién sabe que más podría hacer ese loco. Puede devastar la ciudad, y eso sí nos dejaría sin nada."

"Por lo que escuché, dicen que sus poderes se deben a esos... Miraculous. Si se los quitamos, podremos usarlos nosotros mismos y encargarnos de los akumas" sugirió Enzo.

"¿Sabes si podemos usar esos Miraculous? Tal vez solo las personas elegidas o con magia en su interior puedan usarlos. O tal vez son tecnología alienígena y no funcionan en humanos."

La oficina se quedó en silencio, haciendo que el Jefe se recostara en su silla.

"Os diré mi idea para lidiar con estos... superhéroes. Es un plan muy simple..."

Su declaración se interrumpió cuando la puerta se abrió de golpe, un matón corriendo, jadeando, otros dos detrás, luciendo nerviosos.

"Jefe, hay al-alguien que... que..."

Las aventuras de Lordbug y Kitty NoirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora