Una historia en donde Olivia y Charles quieren tener un hijo pero desafortunadamente no es posible.
Ambos acuden a la adopción, quieren darle un hogar a un niño pero no será fácil, enfrentarán problemas, situaciones difíciles pero lo harán juntos.
¿...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Harry es un nombre muy hermoso — le sonrió —¿Por qué estás llorando?
El niño dejó salir de nuevo sus lágrimas y miró su juguete que estaba roto.
—Los demás niños rompieron mi único juguete que tenía y ahora no tengo con qué jugar, ellos no me prestan los suyos me siento muy solo aquí — el corazón de Olivia latió rápidamente al escucharlo.
—Yo traje algo para ti, suelo traerle cosas necesarias para todos los niños de aquí y esto es para ti — le dió la bolsa —Cuándo regrese te traeré un juguete nuevo, veo que te gustan los autos.
Asintió rápidamente y abrió entusiasmado la bolsa, Liv se sentó a su lado y lo ayudó a sacar lo que había dentro.
—¿Usted como se llama?
—Olivia, me llamo Olivia.
Harry la miró con una sonrisa.
—Es un nombre muy hermoso, usted es muy bella señora Olivia — la mayor se ruborizó un poco y él bajó su mirada a la playera que cargaba la rubia —¡Son los vengadores!
—Oh pues muchas gracias, hay una persona más que me dice que mi nombre es hermoso — miró su playera —¿Te gustan los vengadores?
—¡Los vengadores son mis favoritos señora Olivia!, pero mi favorito, el que más me gusta es Iron Man y en la otra casa hogar en la que vivía dejé un muñeco de ese personaje, no pude traerlo conmigo.
Se acomodaron en la banca y el niño se sentó frente a ella para mirarla. Liv sintió algo muy extraño y recordó que ese personaje era el favorito de su esposo.
—Te prometí un juguete y también voy a traerte algunas playeras de los vengadores, sobre todo de Iron Man, voy a venir pronto ¿si?
—Oh no señora Olivia, no debe de gastar su dinero en mi y eso cuesta mucho dinero, yo tengo una pero ya está muy viejita y tiene algunos huequitos pero aún me sirve, la tengo desde hace un año.
Liv lo miró apenada y acarició el cabello rubio de aquel niño que desprendía tanta inocencia, ¿cómo existían padres que los pueden abandonar?, si con tan solo ver a ese niño el mundo se detenía, esos ojos azules como el cielo y el mar eran lo más hermoso.
Harry sonrió al ver los shorts y las dos playeras que habia sacado de su bolsa de regalo, tenía mucho que no estrenaba mucho menos una ropa tan fina.
—No me cuesta nada Harry, trabajo muy bien y pudo comprarlas para ti y si te gustan tanto estaré muy feliz al saber que las usarás.
—Muchas gracias, prometo cuidarlas. Su hijo debe de ser muy feliz con usted.
Y al escucharlo un nudo se formó en su garganta y su estómago, miró hacia al frente observando el hermoso cielo. ¿Su hijo?, que hermoso se escuchaba eso, lo miró de nuevo y suspiró.
